Josef Pilnik, de 33 años, el interno de la penitenciaría de nacionalidad checa, quien se cortó el dedo meñique el pasado 8 de enero durante la protesta por obtener la libertad como reo sin sentencia, salió libre luego que la jueza 24º de lo Penal, Ángela Albán, lo sobreseyera de un presunto delito de instigación para delinquir.

“Aunque no tengo para comer, soy feliz de sentirme libre. No quiero saber más de la ‘peni’, mi cerebro ya expulsó todo ese mal momento que viví durante dos años. Ahora lo único que quiero es regresar a mi país (la República Checa) para abrazar a mi hija Anna, de dos años siete meses, y a mi esposa, Lenka Pilnik”, dijo emocionado.

Con la ayuda legal y gratuita de los abogados Emilio Rosales y Carlos García Barahona recuperó la libertad. “Estoy agradecido de ellos. Emilio me ha dado hasta un cuarto para que viva. Él es buena persona y no tengo cómo pagarle. Soy un ingeniero electrónico que no trabaja, por eso quiero regresar a mi país. Ojalá el cónsul me ayude”, manifestó.

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Pilnik se cortó el dedo meñique de su mano izquierda. Tampoco tiene el índice y del anular solo la mitad. “Fue por el corte de una sierra eléctrica. Este (dedo medio) también me lo corté pero me reconstruyeron las arterias y puedo moverlo”, indicó mientras mostraba su mutilada mano.

Pilnik dice que necesita trabajar para sobrevivir.