Los altos precios del barril de petróleo a nivel mundial elevaron también el costo de los derivados de combustibles (nafta, diésel y GLP) que el país importa para satisfacer la demanda interna  en electricidad, gasolinas y gas.

Según datos de Petroecuador, en los primeros cuatro meses del año, la estatal pagó un promedio de $ 49,77 por cada barril de nafta de alto octano importado y cerca de 43,53 dólares por el de diésel. El año pasado, en ese mismo periodo, gastó 45,62 dólares para comprar el primer producto y 42,55 dólares para el segundo.

Los altos precios del crudo suben también el de los derivados, porque los países industrializados (que elaboran esos productos) adquieren la materia prima (el petróleo) a un precio alto; y como mecanismo de compensación suben el producto final, que es el barril de derivados, explicó Óscar Garzón, analista petrolero.

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Petroecuador compra naftas de alto octano (gasolina pura) para mezclarlas con la gasolina de bajo octano (no tan pura) que producen en las refinerías, de ese modo obtiene la extra y la súper.

El diésel, en cambio, va a las generadoras térmicas  que producen electricidad y el gas licuado de petróleo se destina para consumo doméstico e industrial.

Las agencias internacionales pronosticaron ayer que el precio del barril de crudo en los próximos cuatro meses se mantendrá en 38 dólares.