Iversen ha estado dirigiendo obras sociales que la comunidad realiza en los sectores de la isla Trinitaria y Flor de Bastión, durante dos periodos: 1996-2000 y 2002-2004.

“Yo cumplí ya el ciclo de trabajo que nos puso la misión. Hemos estado (su esposa y dos hijos) lejos de la familia y amigos, y por eso queremos regresar al país”, indicó el misionero. Él comenta que ha llegado el momento en que sus niños conozcan a su familia.

En esta ciudad quedan dos familias noruegas que participarán del asesoramiento en la misión, y en septiembre llegará una tercera.

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La Misión Alianza Noruega llegó a Guayaquil en 1994. Está ubicada en la isla Trinitaria, cooperativa Américo Vespucio, frente a la estación de la gasolinera Texaco. En este centro se dictan también charlas de autoestima.

En el mundo, la institución va a cumplir 103 años de labor. Inició en 1901 para ayudar a personas de sectores marginales y a grupos discapacitados. Ahora trabajan en ocho países. Bolivia, Brasil, Ecuador, China, Vietnam, Filipinas, Taiwan y Noruega.

Dentro de los proyectos que ha desarrollado Iversen está el crédito para la microempresa que otorgan a los habitantes de los sectores de la isla Trinitaria y Flor de Bastión. Ellos prestan montos pequeños para que las personas puedan poner en marcha sus negocios. Nueve mil personas son beneficiarias de los créditos, actualmente. “Ellos pagan sus cuotas y nosotros seguimos prestando”, afirmó.

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Dentro de los requisitos están ir a las charlas en la misión, tener garantes y pasar  la evaluación acerca de los conocimientos del negocio que van a iniciar.

La misión ha construido trece escuelas fiscales en los sectores marginales, con apoyo de los padres de familia. Cerca de 4.500 niños se educan en esos establecimientos. Durante la administración de Iversen se edificaron dos centros Creer, que atienden a niños con alguna discapacidad.

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Los fondos son de la Iglesia Nacional de Noruega, con respaldo del gobierno de ese país.