Extirpando solo uno de los ganglios se puede determinar si el cáncer se ha extendido o no, con lo que se evita quitar el resto de las glándulas y la posible pérdida de movimiento en la extremidad.

Así con una  pequeña dosis de radiactividad se localizaría la glándula principal (centinela), que se nutre directamente del tumor, y pueden extirparla con una pequeña operación.