Miles de paraguayos, en su mayoría jóvenes, se congregaron este viernes en la capital para reclamar a las autoridades mayor seguridad y condenar el asesinato de dos estudiantes, ocurridos la última semana.
 
La manifestación fue convocada por un exclusivo colegio de la capital, Asunción, al que asistía una de las víctimas, un joven de 18 años que fue apuñalado el sábado en un barrio residencial y falleció luego de tres días de agonía.
 
El otro caso fue el de una niña de 11 años vendedora de frutas, que fue violada, asesinada por asfixia y abandonada al pie de un cerro en una localidad del interior del país, el lunes.
 
Más de 15.000 alumnos de decenas de colegios respondieron al llamado con banderas, velas encendidas y pancartas exigiendo justicia, en una de las movilizaciones de mayor convocatoria en los últimos meses en Paraguay.
 
Los estudiantes llevaron a cabo una marcha desde el colegio Internacional hasta la plaza de la Democracia, tradicional escenario de protestas en el centro de la capital, donde se organizó el acto central.
 
" Acaso tenemos que despedirnos de las personas que queremos como si fuera la última vez, porque a la vuelta de la esquina, alguien las va a esperar con un cuchillo o un revólver? No queremos más sangre inocente derramada", dijo un joven durante el acto.
 
El ministerio de Educación y Cultura declaró el viernes día de duelo e instó a los representantes de los colegios de la capital y alrededores a acompañar el encuentro.
 
La ministra Blanca Ovelar abrió la marcha pidiendo a los parlamentarios leyes justas y al poder judicial una aplicación más firme de las mismas.
 
Algunos parlamentarios, entre ellos el presidente del Congreso, Carlos Mateo, asistieron a la manifestación pero fueron abucheados y debieron retirarse con guardia policial.
 
La inseguridad es una de las principales preocupaciones de los paraguayos junto a la falta de empleo, según encuestas de consultoras independientes publicadas por diarios locales.