Un grupo de derechos humanos de Ecuador fumigó este jueves la embajada colombiana en esta ciudad con glifosato, en protesta por supuestos daños provocados a habitantes y animales de la frontera debido este herbicida que se emplea en Colombia para eliminar los cultivos de coca. 
 
Dos personas, vestidas con trajes de protección blancos, rociaron con artefactos fumigadores las plantas y los alrededores del edificio donde funciona la delegación diplomática. 
 
Mientras tanto, unos 15 pobladores de pequeñas localidades ecuatorianas, fronterizas con Colombia, gritaban los supuestos efectos nocivos del uso del glifosato sobre cultivos legales y sobre personas que viven cerca de la línea divisoria. 
 
Las autoridades ecuatorianas han demandado oficialmente el cese de las fumigaciones hasta que se compruebe si el uso del herbicida, utilizado en el vecino país en la erradicación de cultivos de coca y amapola, está afectando a los habitantes de Ecuador. 
 
Alexis Ponce, presidente de la Asociación Permanente de Derechos Humanos (APDH), fue uno de los   fumigadores del edificio. 
 
Cualquier exagerada denuncia, por supuestos y no comprobados efectos en la piel, y el medio ambiente circundante, favor sírvase remitirla a la OEA y a la patriótica cancillería ecuatoriana, dijo a través de un altavoz. 
 
A su lado, tres mujeres llevaban tiras de papel cruzando sus prendas con leyendas que indicaban Miss Plan Colombia, Miss Fumigaciones y Miss Glifosato, en alusión al concurso de Miss Universo que se realizó el martes en Ecuador. Ellas saludaban a la gente y portaban frascos con glifosato. 
 
No a las fumigaciones, queremos la paz, queremos la tranquilidad, dijo uno de los pobladores presentes, que no quiso identificarse con la prensa. 
 
Aseguró que es normal el paso de aviones fumigadores colombianos sobre territorio ecuatoriano esparciendo glifosato y   acabando con plantaciones de yuca, banano y otros cultivos legales. 
 
Todos estamos muriendo, y nadie hace nada, precisó, explicando que el químico está afectando a la salud de los seres humanos, ya que provoca erupciones en la piel, enfermedades respiratorias e incluso cáncer. 
 
La embajada de Colombia ha reiterado que no se ha comprobado que el glifosato dañe a otros cultivos que no sean los de droga o que afecte a la salud de los seres humanos. Además, se indica que el herbicida es ocupado en todo el mundo en tareas agrícolas. 
 
Ecuador y Colombia comparten una frontera de 640 kilómetros, desde el océano Pacífico hasta la Amazonía. En la región fronteriza del Putumayo colombiano, grupos armados ilegales se disputan el control de los cultivos de coca.