Aficionadas colombianas hicieron fuerza por la selección de su país
Los gritos de Magaly Carrillo y Paola González, dos colombianas residentes en esta ciudad fronteriza, se apagaban por la bulla de más de 50 ecuatorianos que abarrotaron el bar River, de la avenida Quito, para observar el partido Ecuador-Colombia. El único momento en que se escucharon sus voces fue a los 56 minutos cuando el colombiano Franki Oviedo anotó en el marco de Jacinto Espinoza. Magaly y Paola fueron las únicas colombianas que acudieron al bar para apoyar a su selección y dijeron no tener recelo porque en este cantón se sienten como en su tierra, pues aquí viven muchos de sus compatriotas.
La más eufórica fue Paola, caleña de 24 años, quien no dejó de fumar y cerraba los ojos cada vez que atacaba el combinado ecuatoriano. Pese al gol de Franklin Salas, a los 66 minutos, y a las constantes bromas de los ecuatorianos presentes, Paola y Magaly no dejaron de alentar a su selección. “Vamos mijo adelante, échale” eran las palabras que a cada segundo pronunciaban la bogotana y la caleña, quienes trabajan en la distribución de confitería de su país.
Publicidad
En Guayaquil también hubo celebración
La emoción de la victoria de Ecuador ante Colombia también llevó a los guayaquileños al festejo, después de las 18h00. A esa hora oficinistas, sin despojarse de sus uniformes, departían con otros hinchas que sí tuvieron la oportunidad de seguir el encuentro.
Publicidad
En Guayaquil, la pasión por la selección comenzó a verse desde temprano, en que personas de distintas edades lucían camisetas tricolores. Otros llevaban orgullosos la bandera ecuatoriana en sus autos. El color amarillo predominó, lo importante era apoyar a la selección.
Aficionados de la Península festejaron los goles
LA LIBERTAD, Guayas
Los habitantes de este cantón gritaron los goles y después salieron a las calles principales en sus vehículos, con banderas y distintivos amarillos, para celebrar la victoria de Ecuador ante Colombia. El festejo se extendió hasta el balneario de Salinas, donde hubo gritos de respaldo para los delanteros Franklin Salas y Agustín Delgado. También ovacionaron al técnico Hernán Darío Gómez y al golero René Higuita, quien actúa en Aucas y también es preparador de arqueros de la Tricolor.
Las bocinas de los carros y motos no dejaron de sonar
BABAHOYO, Los Ríos
“Este triunfo nos viene a alegrar y esperemos que sea el inicio del alza futbolística de todo el equipo ecuatoriano y volver a recuperar el terreno perdido, tenemos al Tin de vuelta y eso es lo importante para encontrar la identidad que adquirimos en las eliminatorias pasadas”, enfatizó Marco Galecio, de 54 años, morador de las calles Flores y Juan X Marcos.
En esta ciudad, sus pobladores también se volcaron a las calles para festejar el triunfo de la selección.
Los vendedores aparecieron en los preliminares del partido en el Atahualpa
La venta informal fue la característica en los alrededores del estadio Olímpico Atahualpa. “Gorros con descuentos, venga lleve a Agustín Delgado en su cuerpo. Oiga... qué espera para entrar de amarillo al estadio. Si usted es ecuatoriano no olvide que tenemos que gritar a todo pulmón...”. Así gritaban los vendedores informales horas antes del encuentro eliminatorio.
Este negocio tuvo como escenario la acera sur de la avenida Naciones Unidas, ocupada desde la Av. Shirys hasta la República de El Salvador, con ventas de camisetas, gorros y souvenires de la selección. Carlos Cepeda llegó a Quito desde Guayaquil, el martes pasado, para comercializar banderas. Hasta la mañana de ayer solo había vendido tres, de las 100 que trasladó, desde Guayaquil. Cada estandarte nacional tuvo el valor de 4 dólares.
El tráfico se puso pesado en el sector del estadio, desde las 11h30. La conductora de taxi Asteria Sarango señaló que demoró 5 minutos para salir de un pequeño tramo de 200 metros de la avenida Naciones Unidas y Seis de Diciembre, hasta las cercanías del estadio.
Orlando Castro llegó desde el suburbio de Guayaquil
Los aficionados empezaron a llegar desde la madrugada de ayer al exterior del estadio Olímpico Atahualpa. Uno de ellos fue Orlando Castro, quien habita en el suburbio de Guayaquil. Él se identificó con su provincia cargando en la espalda una bandera mediana de Guayas. Castro se dedicó a pintar a los hinchas ecuatorianos y colombianos, previo al partido y con ello consiguió un pequeño presupuesto para sus gastos dentro del escenario y también para poder comprar el boleto de regreso a Guayaquil, según él.
La Policía Metropolitana controló los alrededores
La Policía del Distrito Metropolitano de Quito controló en las inmediaciones que no se efectúen ventas ambulantes en lugares que sirven de pasos peatonales básicos, para que los hinchas accedan en dirección al Olímpico Atahualpa. Sin embargo, hubo personas que se ubicaron en el camino y que dificultaron a los peatones que se dirigían a observar el encuentro.
Los aficionados adquirían gorras, sombreros y distintivos de la selección ecuatoriana en el trayecto al estadio Atahualpa.
La Defensa Civil participó con 60 efectivos
Los operativos de control de la Defensa Civil de Pichincha estuvo acompañado de 60 efectivos, dos unidades de rescate, dos puestos de socorro y cuatro paramédicos. Este grupo, que se encarga de precautelar la seguridad de los ciudadanos, tuvo un trabajo leve en la mañana. Los principales problemas suelen ser por insolación y lipotimia (desmayos), según indicó el jefe de operaciones de este organismo Richard Brown. Pero en el transcurso de la jornada no hubo incidentes ni llamados de emergencia.
Emoción en la Amazonia por el triunfo ecuatoriano
PUYO, Pastaza
En el coliseo municipal, cientos de aficionados prefirieron mirar el fútbol en pantalla gigante y al ritmo de “Ecuador, vamos que hay que romper la historia”, festejaron en alusión a los 39 años que no se podía ganar a Colombia.
Jóvenes con su rostro pintado festejaron con un baño en la plazoleta la Mocahua, a pesar del frío que reinaba en Puyo.
Después del triunfo el festejo siguió entre los aficionados, que ovacionaron a los seleccionados.
Algunas entidades laboraron hasta las 15h30
QUEVEDO, Los Ríos
Ayer hubo algarabía y festejos en la ciudad y algunos bares que acondicionaron sus locales para que sus clientes puedan disfrutar del encuentro de fútbol; luego del partido se notó más movimiento en los comercios nocturnos; algunas entidades hicieron jornada única hasta las 15h30, para que sus empleados puedan ver el juego. Al principio hubo silencio, pero después del gol de Agustín Delgado, predominaron los gritos.
En Cuenca celebraron el triunfo de la Tricolor
CUENCA, Azuay
Los cuencanos observaron el encuentro en sus domicilios y después salieron en poco número a las calles para festejar el triunfo ecuatoriano ante Colombia en el estadio Atahualpa.
Los aficionados se mostraron eufóricos y agradecieron al entrenador Hernán Gómez y a los jugadores por el despliegue que hicieron.
Los integrantes del equipo de fútbol del Deportivo Cuenca también vieron el partido desde sus domicilios.