Un incidente lingüístico ocurrido en el parlamento ha puesto de manifiesto la dificultad de armonizar las 17 regiones autonómicas españolas, varias de las cuales cuentan con su propia lengua.

Debido a ello, un político ultranacionalista catalán dijo este jueves que confía que sus conciudadanos puedan expresarse en la lengua propia en los debates parlamentarios de Madrid.
 
El enfrentamiento político ocurrió el miércoles durante una sesión de interpelaciones al gobierno en el Congreso de los Diputados, la cámara baja del parlamento.
 
Un político catalán de izquierdas se levantó y, como advirtió antes a los cuatro vientos, intentó interpelar en catalán a presidente del hemiciclo, en lugar de en español como establecen las normas parlamentarias.
 
La pregunta estaba relacionada con la política lingüística del nuevo gobierno socialista, que prometió una actitud más acomodaticia con las regiones que su predecesor del Partido Popular.
 
El líder del independentista Izquierda Republicana de Cataluña, Ernest Benach, dijo este jueves tras dialogar con el presidente del Congreso de Diputados, que espera la modificación de las normas de interpelación.
 
Estoy convencido de que habrá cambios importantes en esta legislatura, dijo Benach.
 
El tono conciliatorio contrastó con la sesión del miércoles.
 
El presidente de la cámara baja, Manuel Marín, interrumpió al político de Izquierda Republicana de Cataluña Joan Tardá y le conminó a dirigirse a los legisladores en castellano, el idioma oficial de ese foro.
 
Para colmo, Marín se dirigió a Tardá en catalán, repitiendo luego la orden en español.
 
Empero, Tardá volvió a repetir su pregunta en catalán, siendo atajado nuevamente por Marín.
 
Finalmente Tardá, esta vez en español, se quejó de que la conducta del presidente era antidemocrática.
 
Marín respondió entonces en catalán a Tardá que   Cuando en Roma, haga como lo hacen los romanos.
 
La orden desató una carcajada general entre los diputados, salvo los de Izquierda Republicana.
 
Cataluña es una de las regiones más industrializadas de España y produce el 20% del producto bruto interno del país. Con las otras 17 regiones autonómicas recibió del poder central atribuciones y privilegios tras la constitución de 1978.