La tradicional ventaja que las mujeres sacan a los hombres en la esperanza de vida se ha acortado en los últimos años en Francia, ya que las mujeres no se cuidan tanto como en el pasado mientras que los varones se preocupan más por su salud.

Las francesas viven ahora siete años más que los franceses, un año y dos meses menos que en la década del 80, según un estudio del Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED).

La esperanza de vida en el 2003 se situó en 82,9 años para las mujeres y en 75,9 para los hombres, frente a una media de 83 años y 75,8, respectivamente en 2002.
Esta reducción de la distancia entre la longevidad de los dos sexos se da igualmente en todos los países industrializados, en particular, en los países nórdicos y los anglosajones, como Estados Unidos y el Reino Unido, según el INED. El motivo de este fenómeno reside en que las mujeres adoptan cada vez más los malos hábitos de salud tradicionalmente atribuidos a los hombres, como el tabaquismo o el alcohol, mientras que los varones los abandonan progresivamente. 
“Los hombres adoptan los comportamientos femeninos favorables a la salud” como dietas o ejercicio físico, y las mujeres fuman y trabajan mucho más que antes, según el INED.