La red juvenil Anticorrupción presentará las obras Los Impuestos y Corruptos en acción en diferentes colegios del país. Estos chicos están convencidos que el arte logrará un cambio de mentalidad.

Su contoneo suave,  sus curvas y una palanca le dan un e mpleo. Es una joven, atractiva –de eso no cabe duda–, pero ni siquiera   ha terminado  el sexto curso de secundaria. Llega a una oficina donde  el servicio al cliente  y  el pago al   Estado no existen. Es una empresa  imaginaria, aunque en la vida real haya algunas de esas. Se trata de la obra de teatro Los impuestos.

El escenario se transforma luego  en el Registro Civil. Es uno de esos martirizantes días en que hay que sacar la cédula.  Las interminables filas dan pie a una serie de historias que reflejan la realidad de las instituciones públicas y privadas ecuatorianas.

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Entonces aparece el tramitador. Para él no se han hecho las colas, los “amigos” que tiene ahí dentro le hacen el favor de agilizar el trámite de sus clientes, claro a cambio de una comisión.

No cuenta con que una de las personas de la fila se percata y lo denuncia a un policía. Se le acaba el negocio y va preso, y termina la segunda obra  Corruptos en acción.

Las puestas en escena son solo el reflejo de lo cotidiano que es en el país la corrupción, por algo Ecuador es considerado el segundo estado más corrupto en América Latina, según la organización Transparencia Internacional, y el tercero en el ámbito mundial.

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Esta situación preocupa a los jóvenes que conforman la Red Juvenil Anticorrupción, conocida por sus iniciales RJA.

Los 16 chicos –quienes estudian en diferentes colegios y universidades de Guayaquil–, algunos con cuatro años en el grupo,  ven a la corrupción como un problema que afronta el país, pero que depende de cada persona modificar  su mentalidad y proponer un cambio.

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Esa propuesta ellos la hacen a través de las dos obras de teatro, por eso pretenden difundir el mensaje  durante el mes de junio, en presentaciones que se realizarán  en centros de estudio, bajo la dirección de Carlos Ussher y Aída Alarcón.

Lesli San Martín, de 20 años y estudiante de Gestión Empresarial en la Espol (Escuela Superior Politécnica del Litoral), dice que “en este año hemos elegido al teatro como forma de expresión, ya que es una manera dinámica de presentar el mensaje a los jóvenes, porque con nuevas ideas podemos luchar contra este mal social”.

La Red presentará ambas obras en diferentes ciudades del país, en el ámbito de los colegios e instituciones que la integran. Entre los planteles se encuentran el Teodoro Alvarado, Francisco de Orellana, Vicente Rocafuerte, Eloy Alfaro y 28 de Mayo.

El grupo de teatro de la Red se formó en este año. Los chicos ensayan en su tiempo libre, durante las tardes, en las instalaciones de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción –ubicada en el noveno piso del edificio del   Banco Central–. Antes practicaban en la Casa de la Cultura del Guayas.

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Las obras duran entre quince y veinte minutos y fueron escritas por chicos que formaron parte de la red en el 2000. “Las piezas se estrenaron en el coliseo Granasa como una de las actividades para el lanzamiento oficial de la red que se dio en esa época”, dice Ángel Largo, de 18 años.

El financiamiento está a cargo de sus integrantes, quienes costean el vestuario y los accesorios para la escenografía.

Ángel Largo, estudiante de Comunicación Social, comenta que cada obra está pensada para aportar con soluciones que sancionen los actos ilícitos que ocurren en la sociedad. “Como en el caso del tramitador en el Registro Civil, que es denunciado y encarcelado, hecho que no sucede en la realidad”.

Además, al final de las presentaciones abrirán foros para intercambiar opiniones con los asistentes.

Según los integrantes del grupo, el énfasis lo ponen en las actuaciones y no en la forma en que está armada la escenografía.

 “Lo importante es que el mensaje llegue al público y los motive a un cambio. Es una idea de jóvenes para jóvenes y esperamos aporten a la sociedad”, expresa Juanita Francis, alumna del colegio Teodoro Alvarado Olea.

RED JUVENIL ANTICORRUPCIÓN

La Red Juvenil Anticorrupción se formó oficialmente en el año 2000, y cuenta con el aval de la Comisión Cívica de la Corrupción.

La Red se encuentra formada por jóvenes de diferentes colegios y universidades del país, quienes dedican parte de su tiempo a generar propuestas o espacios de debate para combatir los actos de corrupción.

Los chicos realizan talleres, eventos culturales y presentaciones teatrales, en colegios y universidades del Ecuador y se financian por sus propios recursos o con el presupuesto anual que les da la comisión.

Carolina Terán, de 16 años y miembro de la Red, comenta que la participación es voluntaria. “Cada joven es libre de expresar sus ideas y aprendemos a ser líderes activos desde el colegio”.