Un empresario fallecido donó en su testamento 20.000 dólares a un diario a fin de que los regale entre sus lectores quienes tendrán que desvelar algunas “pistas”  sobre su biografía que serán publicadas semanalmente.

Juan Gutiérrez fue la primera persona que en 1982 compró un ejemplar del diario el Hidrocálido, por lo que luego se lo enviaban gratis.