Legisladores dicen que nombramiento  del indígena como ministro es un acto desesperado de Gutiérrez.

La salida abrupta del ex ministro de Bienestar Social, Patricio Acosta, por el retiro de la visa americana y el nombramiento de Antonio Vargas como su reemplazo, generan malestar en los sectores político e indígena y además reflejan la desesperación del régimen, según comentaron algunos legisladores, quienes insisten en que el régimen se muestra cada vez más débil.

Si el gobierno  del coronel Lucio Gutiérrez pretende, con el nombramiento de Vargas como ministro, debilitar o dividir el movimiento indígena para evitar las movilizaciones en su contra, es una medida desacertada, porque las acciones de los movimientos sociales están tomadas y comenzarán el 31 de mayo próximo, anunció el jefe de bloque Pachakutik, Jorge Guamán.

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El legislador manifestó que dentro de la desesperación el Mandatario se acordó de su coideario de tres horas durante el golpe de Estado del 2000 y lo nombra Ministro de Bienestar Social para calmar la situación. Pero la lectura de los movimientos sociales es distinta, anotó, porque el nuevo funcionario no tiene el respaldo indígena y además generará mayor conflictividad, que incluso involucra a Sociedad Patriótica, donde también existe interés de manejar esa cartera de Estado.

El socialdemócrata Andrés Páez manifestó que haber nombrado a Vargas como ministro es un desacierto, porque es un cargo muy importante y el nuevo funcionario no tiene la experiencia necesaria; y además no tiene vinculaciones con los movimientos sociales, lo que crea malestar no solo entre indígenas, sino en la clase política.

Por el momento, dijo, no existen reuniones entre los sectores de centroizquierda para analizar una eventual salida de Gutiérrez, pero anunció que el lunes la ID tendrá un encuentro ordinario para revisar los escenarios y luego adoptar una posición.

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El prianista Jorge Cevallos comentó que los escándalos no han dado tregua al Gobierno y al momento el 90% de los ecuatorianos piensa que el Presidente no cumple con las expectativas que prometió e incluso se cansó de darle tiempo para que recapacite.

Destacó que como legisladores del Prian esperan un pronunciamiento del líder de ese partido, Álvaro Noboa, para definir la línea política de la organización, tras señalar que no se sabe hasta qué punto la designación de Vargas como ministro aporte a la tranquilidad que reclama el país.

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El sector roldosista, a través de Ernesto Valle, comentó que el Mandatario con la designación de Vargas lo que está haciendo es aplicar el principio de Maquiavelo: dividir para reinar, pues nombra a un dirigente indígena que no tiene aceptación en la organización más representativa como es la Conaie y además con la responsabilidad de manejar $ 120 millones que constituyen el bono de la pobreza.

Si logra dividir a los indígenas y consolidar su partido, más los militares activos y pasivos, Gutiérrez no se cae del poder, aseguró Valle.

El demócrata popular Ramiro Rivera manifestó que la designación de Antonio Vargas es un débil nombramiento porque es un dirigente que no tiene la preparación necesaria y además entra con las intenciones de dividir al movimiento indígena.

Comentó que el Presidente no advierte que Vargas solo tiene el respaldo de un puñado de indígenas, por lo tanto, es una equivocación y error que debilita más al régimen.

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Ayer, Rivera solicitó a la Cancillería que remita al Congreso la lista de funcionarios públicos a quienes se les retiró la visa de los Estados Unidos y además indique los motivos.