Cambios en el manejo poscosecha, anulan el rechazo del tipo de cacao CCN51 por su acidez y amargor. 

Hace varios años, en estos términos, un productor de tagua nos relató del absurdo que llevó al traste  su boom comercial: “¿Mayor productor de tagua en el mundo? Ecuador. ¿La peor competencia del país?   Ecuador, porque nuestros exportadores se encargaron de tumbar el precio”,  me dijo con recia voz.

Una historia que se parece a esta. Transcurridos 39 años del descubrimiento del fallecido científico Homero Castro, del clon trinitario CCN51, ya plantadas internamente 9.000 hectáreas de la variedad de cacao más productiva del mundo y en extensiones comerciales no vistas en ningún otro país, aún aquí lo sindican en cónclaves nacionales e internacionales como el enemigo de la fama chocolatera que goza su hermano mayor -el tipo nacional- por su sin igual aroma y sabor que clama el prestigio industrial extranjero. 
Abiertamente funcionarios del Iniap en el pasado foro nacional de la cadena de cacao, reclamó el agroempresario Roberto Mollison, lo han menospreciado al punto de que el CCN51 ha sido descartado y proscrito por no tener el mismo sabor y aroma de arriba, aunque compita con la gran oferta y calidad africana. El único trabajo enfocado al CCN51 es el ensayo en Agrotropical. El Instituto debe hacer una declaración interna y también pública que el CCN51 es patrimonio del Ecuador.

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El presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao, Askley Delgado, reseña dos hechos: la cosecha récord del 2003 y  que estamos vendiendo a mitad de precio. Opina que con los bajos rendimientos sobrevivirán las huertas del tipo nacional siempre y cuando no se mezclen con el trinitario, el cual nunca tendrá esas cualidades, indispensables para establecer la exquisitez que demandan los mercados más exigentes. No desconoce que es un magnífico cacao, una vez que le han mejorado su sabor.

Delgado afirma que hay suficiente producción para atender la
demanda y estima que cerca del 30% del volumen de las exportaciones efectuadas el año anterior, 27.341 toneladas se enviaron mezcladas, lo cual es motivo de preocupación por el reclamo de importantes industrias que  advirtieron con excluirnos de su lista de proveedores.  El dirigente sugiere que hay cambios en procura de competitividad y puso el ejemplo del Proyecto Renacer, que promueve Gonzalo Martinetti en la provincia de Los Ríos.

Vitaliano Saravia, presidente de la Unión de Cooperativas Cacaoteras del Ecuador (Unocase), manifiesta que “el cacaotero sí se identifica con su producción y empieza a valorar lo que tiene.
Con la capacitación sí es posible el cambio. Con los precios hemos padecido tres años, pero primero nos preocupa sacar la calidad porque detrás de este factor vienen los precios”.