El juez suplente Manuel Vélez, del Juzgado 2º de lo Penal, dictó ayer el llamamiento a juicio en contra de Seydi Vélez Falcones, la única detenida por el supuesto robo en la farmacia Fybeca, hecho que según el informe de la Policía ocurrió el pasado 19 de noviembre y dejó ocho personas muertas, dos de estas inocentes.

La resolución incluyó a los supuestos desaparecidos luego del operativo en Fybeca, Johnny Gómez Balda, César Mata Valenzuela y Erwin Palma Vivar, a quienes también llamó a juicio una vez que el fiscal Héctor Vanegas los acusó como autores del robo y los calificó de prófugos.

Contra Fabricio Alexander Vinces Menéndez, porque no existe constancia de la venta de su teléfono celular a Johnny Gómez, el juez ordenó que la Policía lo capture por calidad de cómplice en el robo.

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Contra estos cinco imputados el juez ordenó la detención en firme (para asegurar su presencia en el juicio) y dispuso la prohibición de enajenar sus bienes.

A Iván Mata Valenzuela consideró que “no se lo debe vincular, pese a que en el proceso consta que hizo llamadas a su hermano César Mata”. Como no lo acusó, dictó su sobreseimiento provisional y dispuso que la Policía se abstenga de capturarlo.

Los muertos no se paran
Dolores Guerra, esposa de Johnny Gómez, calificó “de ridículo que se llame a juicio a personas muertas. Si los muertos no se paran ni caminan, ¿cómo podrán acudir al enjuiciamiento?”, cuestionó.

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“Mi esposo está muerto. Yo pedía su cadáver, pero ahora pido sus cenizas porque dicen que lo quemaron en un horno donde se incinera droga. Seis meses han pasado y mi cónyuge no regresa, esa es la prueba, y si regresara, le agradecería a mi Dios, el Padre Celestial”, manifestó.