Bajar un punto porcentual en las pérdidas que cada año registran las empresas de distribución eléctrica requiere una inversión promedio de 150.000 dólares, señaló Milton Ordóñez, gerente del Fondo de Solidaridad.

Con ese dinero, las empresas pueden mejorar su gestión de cobro, modernizar los sistemas de control, comprar medidores de última generación para impedir robos, sustituir cables dañados o viejos por nuevos y antirrobos, y readecuar las conexiones físicas, precisó Ordóñez.

Sin embargo, un técnico del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), quien solicitó la reserva, explicó que el capital no es tan fácil de conseguir, pues todo el dinero que facturan ingresa directamente al fideicomiso eléctrico en donde existe una orden de prelación de pago, el cual deja a las distribuidoras como las últimas beneficiarias, y por tanto las menos opcionadas a recibir importantes montos.

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Cobro a morosos
Ordóñez sostuvo que las distribuidoras pueden conseguir esos 150.000 dólares cobrando a los morosos, pero la ineficiencia en el cobro es tan grande que se abre una brecha entre la energía que venden y la que cobran, explicó un técnico del Banco Central, que pidió la reserva.

Sin embargo, Carlos Andrade, gerente de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ), consideró que la mejor ayuda que el Gobierno puede dar (porque las distribuidoras eléctricas son de propiedad del Estado) es pagándole la deuda del diferencial tarifario (subsidio) que arrastra desde 1998.

Ese déficit se originó porque estas compran a las generadoras energía cara y venden a los consumidores a precios bajos.

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Rubén Barreno, presidente del directorio del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec), reconoció que esa deuda está en 1.036 millones de dólares.

Cifras
Según datos del Cenace, las empresas que en el 2003 registraron pérdidas sobre el 30% son Emelgur (Guayas-Los Ríos) con el 42,32%; Milagro con 40,24%, y Manabí con 33,45%.

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Graciela Abraham, presidenta ejecutiva de Emelríos, en carta dirigida a este Diario, aclaró que la distribuidora de Los Ríos tuvo pérdidas del 29,75%.

Le sigue Santa Elena con 29,38; Esmeraldas con 28,78%; El Oro con 28,34%; Categ (ex Emelec) con 25,28%; Bolívar con 22,55%, y Santo Domingo con 20,67%.

La empresa de Riobamba tuvo 19,47%; Cotopaxi, 17,37%; la Centro Norte, 17,31%; la EEQ, 15,31%; Sur, 14,67%; y Ambato con 13,36%.

Las dos únicas distribuidoras que están bajo los estándares internacionales (que oscilan entre 10 y 12%) son Azogues con 6,84% y Centro Sur con 9,23%.
 

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