Los cinco ministros de Comercio centroamericanos y el representante de Comercio estadounidense, Bob Zoellick, firmaron este viernes en la OEA un Tratado de Libre Comercio (TLC), pero su aprobación en el Congreso estadounidense es aún incierta.
"El TLC con Centroamérica (Cafta por sus siglas en inglés) será fundamental para crear la nueva oportunidad económica que consolidará la comunidad de naciones democráticas" del continente. "Eliminará los aranceles aduaneros, abrirá los mercados, promoverá la transparencia y establecerá normas más avanzadas para el comercio en el siglo XXI", dijo Zoellick en la ceremonia.
El TLC será firmado nuevamente para incorporar a República Dominicana, que ya terminó de negociar un acuerdo de libre comercio con Washington pero que por razones de forma aún debe esperar para rubricarlo.
El gobierno estadounidense busca enviar el TLC al Congreso a fin de año, tras las elecciones presidenciales del 2 de noviembre, si el presidente George W. Bush es reelecto.
"Aquí, en Estados Unidos, hay algunos que quieren alzar muros en torno a nuestra nación. Alegarán que Centroamérica no está lista para el libre comercio , o que la región no está a la altura de nuestras normas en materia de empleo y medio ambiente", dijo Zoellick, en referencia a los legisladores que se oponen a este TLC y a otros, en su mayoría demócratas.
"Esgrimirán la lógica perversa de que debemos bloquear el comercio para promover la causa de los trabajadores y del medio ambiente, cuando es exactamente ese comercio el que hará lo máximo para promover mejores condiciones laborales y ambientales en Centroamérica", añadió, mientras unos 20 manifestantes protestaban contra el Cafta a las puertas de la OEA, al grito de "¡Hagan que el comercio sea justo!".
Zoellick sostuvo que "en un año electoral, demasiados líderes que deberían estar mejor informados quieren privar de esta oportunidad a Centroamérica".
El senador demócrata John Kerry, rival de Bush para las presidenciales, dijo el viernes que la firma del TLC con Centroamérica "marca un paso atrás decepcionante e innecesario" porque "no incluye protecciones laborales y ambientales adecuadas y que pueden ser aplicadas".
"Me opondré al Cafta, tal como está siendo negociado por el presidente Bush", dijo Kerry en un comunicado.
"Hemos de unir esfuerzos para lograr la aprobación legislativa en nuestros respectivos países", pidió el ministro de Comercio exterior costarricense, Alberto Trejos.
"Por favor, no permitamos que nadie se esconda detrás del proteccionismo o la retórica laboral", pidió el ministro de Economía salvadoreño, Miguel Lacayo. "Un voto a favor del Cafta es un voto a favor de la democracia" en la región, añadió.
Los demás ministros que firmaron el acuerdo fueron Mario Arana (Nicaragua), Marcio Cuevas (Guatemala) y Norman García (Honduras).
La embajadora de República Dominicana, Carolina Mejía, participó como observadora en la ceremonia.
El TLC entre Estados Unidos y Centroamérica eliminaría tarifas a más de 80% de las exportaciones estadounidenses en un periodo de 10 años.
También hace permanentes los beneficios que Centroamérica tenía a raíz de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), por la cual 75% de sus exportaciones entran con arancel cero al mercado estadounidense, y expande sus oportunidades comerciales con Estados Unidos.
Estados Unidos y Centroamérica tuvieron un comercio bilateral de más de 23.000 millones de dólares en 2003, y si se tiene en cuenta a República Dominicana esa cifra asciende a 32.000 millones.
Las negociaciones para el TLC comenzaron en enero de 2003. Tras nueve rondas de negociaciones, Washington firmó el acuerdo en diciembre de 2003 con El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, y en enero de 2004 con Costa Rica.
En América Latina, Washington ya posee TLCs con México y Chile, negocia la suma de Panamá al TLC con Centroamérica, y acaba de comenzar a negociar un TLC con Ecuador, Perú y Colombia.