Mientras familiares de los reos de la Penitenciaría del Litoral pedían ayer la ayuda urgente de las autoridades de Rehabilitación Social para prevenir un brote de meningitis, el director nacional de los centros carcelarios, Fernando Cassis, aseguró que se declarará en emergencia sanitaria a la cárcel de Guayaquil, “solo si lo piden las autoridades de Salud del Guayas”.

La muerte del interno Marlon Villamar Burgos, el viernes pasado en el Hospital de Infectología, cuya causa fue confirmada como meningitis por autoridades carcelarias y la Dirección de Salud del Guayas, preocupó a los familiares de los reos, quienes atemorizados por el contagio especularon sobre la existencia de otros posibles casos.

“Allá adentro hay enfermos, no se sabe si pueden tener ese mal y eso nos preocupa porque nadie hace nada”, dijo Herminia Calle, quien visitó a su hijo detenido en el pabellón de choferes desde hace dos meses.

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La situación preocupó a las mujeres que ingresaron acompañadas de sus hijos menores de edad. Como en el fin de semana no pudieron visitar a sus parientes lo hicieron ayer y afirmaron no haber recibido medicamentos para prevenir el contagio.

Las brigadas médicas para el suministro de medicamentos no llegaron hasta pasado el mediodía, confirmó un empleado de ese penal.

“Una madre hace hasta lo que no puede por su hijo, y me da miedo ingresar por esa enfermedad, pero qué puedo hacer”, explicó Calle, después de visitar a su vástago.

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La mujer afirmó que se enteró de la meningitis, al conocer la muerte del interno Villamar Burgos. “Recién vine a visitar a mi hijo y no he recibido ninguna medicación, he estado con mi hijo por más de una hora. Ellos (los presos) están preocupados porque están hacinados y temen que puedan contagiarse”, sostuvo la mujer.

El supuesto aislamiento de los 120 internos del pabellón Cuarentena, como afirmó en la víspera el director Jiménez, aparentemente no se cumplió, porque desde la puerta de ingreso por la vía a Daule los policías que custodiaban ayer la cárcel no restringieron a quienes llegaban de visita hasta esa área.

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“Aquí pasan todos. No sé si adentro los pasan o no”, indicó un uniformado que no quiso identificarse.

El contacto entre reclusos de Cuarentena y sus familiares no se constató ayer debido a que se prohibió el ingreso de los periodistas. Según los gendarmes que custodiaban el penal, el director, Abel Jiménez, viajó a Quito.

A Quito
Soledad Rodríguez, funcionaria de la Penitenciaría, confirmó el viaje de Jiménez. Enfatizó que supuestamente tenía previsto reunirse con el director nacional de Rehabilitación Social, Fernando Cassis.

Rodríguez señaló que los internos de Cuarentena continuarán aislados hasta que se haya realizado la minga de limpieza y se mejoren las condiciones de higiene.

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Agregó que permanecen a la espera de las autoridades sanitarias y organizaciones como el Cuerpo de Bomberos y Malaria para limpieza y fumigación de los pabellones.

“Se deben desinfectar todos los centros carcelarios, porque el interno que falleció ingresó en febrero pasado y antes estuvo en el Centro de Detención Provisional (CDP) e incluso debió pasar por la Policía Judicial”, refirió Soledad Rodríguez.