Resulta poco menos que inadmisible la actitud de algunas personas respecto de la conformación de los Burós de Información Crediticia (BIC), en reemplazo de la Central de Riesgos de la Superintendencia de Bancos y Seguros. 

Es importante que las instituciones financieras y comerciales tengan información actualizada de sus deudores o probables deudores. Sería más beneficioso para quien concede un crédito, conocer los montos adeudados por sus clientes o potenciales clientes, para determinar su real capacidad de pago.

No es posible que el Congreso esté presionando al sistema financiero para reducir las tasas de interés, pero en contraparte se pronuncie en contra de los BIC hasta llegar a solicitar su inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional.

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El hecho de conocer la real situación de los deudores y su capacidad de pago podrá ayudar a que las instituciones financieras y comerciales tengan una cartera mucho más sana, lo cual redundará en menores reservas para cuentas malas y tasas de interés o márgenes operativos más bajos, lo que beneficiará a toda la población.

Una alternativa sería el consentimiento del deudor real o potencial, para que las BIC proporcionen su información crediticia a pedido de los bancos o casas comerciales.
José Quintana Vera
Guayaquil