La gerencia de Protección Ambiental de Petroecuador determinará, a través de una auditoría, si se cumplió o no con el plan de remediación de la laguna de Papallacta que estuvo a cargo, desde noviembre pasado, de Ecuavital.

El 8 de abril del 2003, la laguna de Papallacta y los ríos Tampo y Sucus fueron afectados por el derrame de 6.555 barriles de petróleo, resultado de una rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), en la zona de San Juan de Papallacta.

Según el subsecretario de Protección Ambiental del Ministerio de Energía, Vicente Juepa, la auditoría debe estar a cargo de universidades, consultores ambientales, interesados en trabajos de conservación y representantes de la Empresa Municipal de Agua Potable de Quito.

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“Ellos dirán si se cumplieron o no los trabajos de limpieza o si estos deben continuar”, dijo Juepa, tras recorrer la zona.