El resultado del examen confirmó la muerte del reo William Villamar Burgos por meningitis.

El temor por un posible rebrote de meningitis preocupó a las autoridades de la penitenciaría, y ayer tras confirmar la muerte del interno Marlon Villamar Burgos por esa enfermedad, y luego de que el reo Carlos Coello Quintero fuera llevado al hospital de Infectología con los síntomas de ese mal, 120 presos del pabellón Cuarentena, donde estaban los dos afectados, fueron aislados.

“El reo (Coello Quinteros) presentaba fiebre, dolor del cuerpo y escalofríos por lo que se presumió se trataba de un nuevo caso. Esperaremos 48 horas para confirmar. Las visitas del miércoles podrían suspenderse para prevenir cualquier problema”, manifestó ayer Abel Jiménez, director de la cárcel.

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Jiménez expresó su preocupación porque hasta ayer no recibía respuesta al oficio enviado, el pasado viernes, a las autoridades relacionadas con Higiene y Malaria, para realizar una minga de limpieza y fumigación total.

“Insistiré al Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil, Malaria y Jefatura de Salud, incluso en la comunicación que envíe al Director Nacional de Centros de Rehabilitación Social (Fernando Casís), le he pedido se declare en emergencia sanitaria al centro para comprar medicamentos”, insistió Jiménez.

Agregó que, ayer, Casís entregó 4.000 dólares para la compra de medicamentos. Con esa suma se adquirirán otras 5.000 dosis de refuerzo, aunque refirió que según la recomendación del departamento médico del penal, se intentará la compra de vacunas.

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Jiménez afirmó que luego del traslado del interno Villamar Burgos al hospital de Infectología, la tarde del viernes pasado, se aisló a los 120 internos ubicados en Cuarentena.

Villamar Burgos ingresó al centro carcelario en marzo del presente año y fue trasladado al hospital de Infectología con síntomas de la enfermedad. Desde Cuarentena también salió, ayer, el reo Coello Quintero, detenido desde julio de 1998.

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“Los internos estaban en ese pabellón y por esa razón se los tendrá aislados y no se les permitirá el contacto con otras personas, para prevenir cualquier contagio”, indicó el director Jiménez.

La autoridad se quejó del hacinamiento en la cárcel y atribuyó a este el origen de enfermedades. “Este penal fue diseñado para una capacidad máxima de 1.500 internos y en la actualidad sobrepasan los 3.000. Están hacinados y en condiciones de insalubridad”, reveló.

Dijo que nada sacaron con la última paralización los trabajadores penitenciarios, quienes solicitaron mejoras en la infraestructura. “No se requiere de remodelaciones dentro del actual centro, sino de nuevos pabellones fuera de los muros. Estamos saturados, necesitamos unos cuatro pabellones para descongestionar el hacinamiento”, acotó.

Recomendaciones
Cómo detectarla
Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, rigidez de nuca, congestión nasal, vómitos, molestias al mirar la luz. Los más peligrosos son: dormecimiento y postración, presencia de manchas en la piel, convulsiones, dolores musculares generalizados, a veces diarrea, sudoración y respiración acelerada.

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Forma de transmisión
Se transmite por las secreciones nasales, saliva y por el aire contaminado de estornudos o la tos de los enfermos afectados.

Precauciones
Evitar la acumulación de personas que comparten un espacio reducido (hacinamiento) como viviendas, transporte público, cárceles, cuarteles, entre otros sitios.