El Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G7) instaron ayer a los restantes miembros de la OPEP que se sumen a la propuesta de Arabia Saudita de aumentar su producción en poco más de 2 millones de barriles diarios.

“Una baja en los precios del petróleo beneficiaría a toda la economía mundial”, afirma el comunicado final acordado entre los ministros de Finanzas de Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos.

“El llamado del G7 para aumentar la producción es casi como ir a la tienda y pedir que bajen los precios”, dijo Bill O’Grady, director de investigación sobre futuros de AG Edwards. “No tendrá ningún efecto hasta que el G7 tome medidas importantes, como el aumento de impuestos a la energía para limitar la demanda”.

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En Amsterdam, el ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia Saudí, Alí Al-Naimi, afirmó ayer que la OPEP ofrece “su absoluto apoyo” a la cooperación entre productores y consumidores para moderar los precios del crudo.