FF.AA. celebraron la Batalla del Pichincha

Amelia Vega y Susana Rivadeneira recibieron aplausos. El Mandatario fue pifiado.

Con la llegada del primer mandatario, coronel Lucio Gutiérrez, y su esposa, la diputada Ximena Bohórquez, a la Tribuna de los Shyris se inició ayer la Parada Militar en conmemoración de los 182 años de la Batalla del Pichincha y Día de las Fuerzas Armadas ecuatorianas.

Gutiérrez estuvo en el sitio cinco minutos antes de la hora prevista para el acto (10h25). Para entonces, ya estaban ubicados en sus asientos siete de sus ministros de Estado, el vicepresidente, Alfredo Palacio; el alcalde de Quito, Paco Moncayo y su esposa; la embajadora de Colombia en el país, María Paulina Espinosa; y las reinas de belleza Amelia Vega y María Susana Rivadeneira, Mis Universo 2003 y Miss Ecuador, respectivamente.

El público apostado en los alrededores de la tribuna acogió a las misses con entusiasmo. De ellas, la gente recibió como respuesta saludos y besos volados.

En cambio, al arribo de Gutiérrez un pequeño grupo lo pifió, mientras otros gritaban “¡Rechazo, rechazo Gutiérrez!”. Sin embargo, las voces quedaron opacadas por la música militar que se escuchó enseguida en los grandes parlantes colocados frente a la tribuna de honor.

Con los saludos y la música militar se inició el acto que duró cerca de dos horas.

Desfilaron miembros de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, la Escuela Superior Eloy Alfaro, brigadas de fuerzas especiales, batallones, comandos, grupos de artillería y caballería, grupos de voluntarios de las Fuerzas Armadas, además de estudiantes de colegios militares.

También se aprovechó la parada para rememorar la participación histórica militar a través de indumentaria aborigen, colonial, de los Granaderos de Tapi, Tarqui y Pichincha, fuerza naval, fuerza aérea y ex combatientes de las guerras de 1941, 1981 y 1995.

Pero la celebración de la gesta heroica del 24 de mayo se inició en la Cima de la Libertad, ubicada en las faldas del volcán Pichincha, dos horas y media antes.

Aquí, el gran ausente fue el Primer Mandatario, quien hasta hace cuatro años –antes de participar en la asonada del 21 de enero del 2000 que derrocó al ex presidente Jamil Mahuad– formó parte de las filas militares.

La ceremonia la presidió el vicepresidente Palacio, acompañado de los ministros de Gobierno, Raúl Baca Carbo; de Defensa, Nelson Herrera; Octavio Romero, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; y otros funcionarios de Estado.

En esta ocasión además de recordar el valor de los soldados libertadores, se develó el busto del General José María Córdova, un héroe nacional colombiano, muerto en la Batalla del Pichincha.

El busto fue donado por la embajadora colombiana.

Las autoridades, como acto de respeto y consideración a los libertadores del yugo español, colocaron una ofrenda floral en el Templo de la Patria.