No hubo “ningún criterio político en la elección de Fahrenheit 9/11” del estadounidense Michael Moore, que ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes, afirmaron en rueda de prensa el domingo pasado los miembros del jurado, presidido por el también norteamericano Quentin Tarantino.

“Todos estuvimos de acuerdo en que era la mejor película de la selección”, recalcó Tarantino. El filme de Michael Moore, que recibió el sábado el máximo galardón del festival, es una crítica demoledora al presidente norteamericano George W. Bush y a su política respecto de Iraq.

Los comentarios de la prensa europea, aprobaran o no la elección del jurado, señalaron el carácter político de esta Palma de Oro. “Yo lo había dicho de antemano, no quería que la política ni ningún otro criterio no cinematográfico interviniera en la elección. Lo único que cuenta es la película”, insistió el director.

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Tarantino confirmó las declaraciones hechas la víspera por Michael  Moore, quien indicó al recibir la Palma de Oro que el presidente del jurado le dijo que su película fue elegida por sus cualidades cinematográficas. “Se lo dije a Michael Moore. No recibes la Palma de Oro por razones políticas, tu película es la mejor”, repitió Tarantino.

El director de Pulp Fiction dio la conferencia rodeado de los otros miembros del jurado: las actrices francesa Emmanuelle Béart, británica Tilda Swinton y norteamericana Kathleen Turner; el actor belga Benoît Poelvoorde; la escritora norteamericana Edwige Dantica; los directores norteamericano Jerry Schatzberg y hongkonés Tsui Hark; y el crítico finlandés Peter von Bagh.

Todos reiteraron que basaron su elección en la calidad de la cinta, sin consideración política. Kathleen Turner recalcó que Fahrenheit 9/11 es “más que un documental. Moore inventó una nueva forma de cine, un nuevo género. Hace un cine excepcional”, dijo. Y Peter von Bagh acotó que el filme refleja “lo absurdo” del mundo y tiene una “dimensión shakesperiana”.