Según una investigación publicada ayer en la revista Radiology, los fumadores que persistieron en el vicio después de una angioplastia tuvieron una menor incidencia de restenosis, es decir, de estrechamiento arterial, que los no fumadores.

Los investigadores de la Universidad de Viena, en Austria, indican en el estudio que esto no significa que estén promoviendo el consumo de tabaco. Pero afirman que no cabe duda de que los resultados de su investigación confirman que al aumentar el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo después de una angioplastia en las extremidades inferiores se puede prevenir la restenosis.

“Los fumadores muestran una mayor concentración en la sangre de monóxido de carbono, un poderoso agente antiinflamatorio que dilata los vasos capilares”, dijo Martin Schillinger, profesor de medicina interna de la Escuela de Medicina de la Universidad de Viena. 

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“El monóxido de carbono puede inhibir el aumento de las células musculares dentro de la pared arterial, lo cual es un factor clave en el proceso de restenosis”, dijo.