Operadores y técnicos trabajan con el máximo cuidado bajo la tierra, en Tungurahua.

Miguel Villegas, oriundo del cantón Baños en la provincia de Tungurahua, es uno de los 943 empleados que la empresa brasileña Norberto Odebrecht, constructora de la central hidroeléctrica San Francisco, contrató para levantar la obra que se edifica a más de 100 metros bajo tierra.

Villegas trabaja como albañil desde el 5 de mayo pasado, en el área del túnel que desfogará el agua turbinada a la corriente del río Pastaza.

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Él aún no cobra su primer salario. Está resignado a tener empleo temporal –la construcción terminará en el 2008– y agradece que “al menos” lo hayan considerado.

“Hay bastante desempleo; gracias a Dios tengo trabajo”, comentó mientras caminaba presuroso a buscar varillas y otros implementos.

Para estos trabajadores, el tiempo vale mucho, pues cada día deben cumplir metas y objetivos para ganarse un bono. Ese incentivo se divide en tres categorías: a los obreros les cancelan uno mensual, equivalente al 25% de su salario; a los técnicos uno cuatrimestral; y para gerencia el premio es anual, explicó Eduardo José Barbosa, gerente administrativo del proyecto.

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El horario de trabajo es de 06h30 a 13h30 y de 14h00 a 18h30. Todo se inicia puntualmente y termina igual y con los mayores cuidados para evitar accidentes, pues de ello también depende el bono.

La construcción de la central hidroeléctrica promoverá la creación de 1.500 empleos directos y alrededor de 10.000 indirectos.

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Conforme avanza la obra, el área de Desarrollo Humano y Comunidades ejecuta varios proyectos de apoyo social; en cada uno de ellos existe la participación de las comunidades de la región a través de mingas y trabajos colectivos. El beneficio hasta el momento alcanza a 11 caseríos de la zona, dijo Jose Martins Brandaö, gerente de ingeniería del proyecto.

La central pretende cubrir parte de la demanda interna que año a año crece; el 2003, por ejemplo, subió en el 5,6%, frente a las necesidades energéticas del 2002.

Esa cantidad de energía que actualmente no se produce se importa de Colombia a través de la línea de interconexión eléctrica.

Según datos del Banco Central, el año pasado el sector eléctrico decreció en 3%, es decir, que no hubo inversión para construir alguna central eléctrica que genere energía barata para bajar y sostener, a largo plazo, las tarifas eléctricas.

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