El presidente George W. Bush intentó el lunes convencer a los estadounidenses de que tiene un plan adecuado para el traspaso de poder a un gobierno interino en Irak, mientras Washington y Londres presentaban una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que contempla la entrega de la soberanía a los iraquíes.
 
El proyecto de resolución, coauspiciado por Gran Bretaña y entregado el lunes a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, apoyaría, si es aprobado, la formación de un "gobierno soberano interino" que asumiría el poder el 30 de junio.
 
El documento señala también que este gobierno "asumirá la responsabilidad y autoridad para gobernar a Iraq".
 
En un discurso televisado de media hora, el mandatario trató de persuadir a los estadounidenses de que la precaria situación en Iraq puede mejorar, a sólo cinco semanas de la fecha prevista para la entrega de la soberanía al nuevo gobierno iraquí.
 
"La tarea de Estados Unidos en Iraq no es sólo la de derrotar al enemigo, sino la de fortalecer a un amigo, a un gobierno libre y representativo que sirve a su pueblo y lucha por él, dijo Bush en su discurso, pronunciado en el Instituto de Guerra del Ejército de Estados Unidos, con sede en Carlisle, en el estado de Pennsylvania.
 
"Mientras más rápido se alcance esta meta, más rápido podremos completar nuestro trabajo en Iraq", afirmó el mandatario estadounidense.
 
Mientras Bush hablaba se supo que el Departamento de Defensa está considerando reemplazar al general Ricardo Sánchez como jefe principal de las tropas de Estados Unidos en Iraq, según dijo el lunes un funcionario del Pentágono quien solicitó que su nombre no fuera divulgado.
 
Sin embargo, la fuente negó que el traslado de Sánchez estuviera relacionado con los incidentes de vejaciones en Iraq.
 
"Su salida de Irak no tiene nada que ver con (la prisión de) Abu Ghraib. Simplemente, ya cumplió su tiempo", explicó a Reuters la fuente.
 
El aumento de la violencia en Iraq y el escándalo por los vejámenes a prisioneros iraquíes han provocado una disminución en el grado de aprobación de la gestión presidencial de Bush.
 
En un intento por limpiar su imagen, la Casa Blanca dijo que la prisión de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, será destruida. Las fotos y cintas de vídeo que mostraron a soldados norteamericanos sometiendo a prisioneros iraquíes a vejaciones han perjudicado gravemente los esfuerzos de Estados Unidos en Irak.
 
"Estados Unidos proveerá fondos para la construcción de una prisión moderna de máxima seguridad en Iraq. Cuando esta cárcel se haya concluido, los detenidos de Abu Ghraib serán trasladados", informó la Casa Blanca.
 
"Entonces, con la aprobación del gobierno de Iraq, demoleremos la prisión de Abu Ghraib como un símbolo del renacimiento iraquí", agregó.
 
De acuerdo con la Casa Blanca, las tropas estadounidenses "permanecerán en Irak" después del 30 de junio, con los 138.000 efectivos que tiene actualmente en el país árabe, "por tanto tiempo como sea necesario".
 
Las tropas en Iraq operarán bajo la dirección estadounidense como una fuerza multinacional autorizada por una nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuyo texto se hizo circular el lunes entre los miembros del consejo.
 
Como parte del proceso de transición, el enviado especial de las Naciones Unidas a Irak, Lakhdar Brahimi, ahora en Bagdad, deberá nombrar un presidente, un primer ministro, dos vicepresidentes y 26 ministros.
 
Estos funcionarios permanecerá en el poder hasta que se elija una asamblea nacional, lo que ha sido programado para enero del 2005.
 
El texto del proyecto apoya una fuerza multinacional liderada por Estados Unidos, la cual tendría "autoridad para tomar todas las medidas necesarias para mantener la seguridad y la estabilidad" del país.