Proyecto hidroeléctrico está ubicado en Tungurahua y generará 212 megavatios.

La construcción de la central hidroeléctrica San Francisco avanza, pese a que el Gobierno no ha transferido los  recursos que le corresponden este año, para la obra.

Hace tres meses, la contratista brasileña Odebrecht  empezó a perforar la montaña de piedra granito que albergará  a la planta de generación eléctrica que proporcionará 212 megavatios, equivalentes al 12% de la potencia instalada en el país.

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La central se construye mediante una serie interconectada de túneles, galerías y cavernas, todas subterráneas y que constituyen el 90% de la obra. El restante 10% estará en la superficie y corresponde, principalmente, a las torres de transmisión eléctrica.

Se adelanta en tres frentes: el túnel de acceso a la casa de máquinas, donde se alojarán las turbinas y generadoras; el túnel de conducción que llevará el agua a lo largo de 11 kilómetros hasta las turbinas que generarán energía.

Y un acceso mecanizado a la cámara de interconexión que consiste en construir un equipo similar a un ascensor inclinado, cuya función será regular los caudales que reciba de Agoyán y los turbinados (pasan por turbinas) para San Francisco.

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Cada día perforan en promedio entre 7 y 12 metros (están sobre los 300 m), y mientras más se avanza menos oxígeno existe, pero un conducto instalado a lo largo del túnel proporciona constantemente golpes de aire para renovar el oxígeno contaminado, explicó  Emyr Costa, gerente comercial de Odebrecht.

El trabajo en los túneles requiere de grandes seguridades, por ello cada persona que ingresa debe calzar botas, cubrirse con mascarillas y gafas que protejan sus ojos, y llevar protectores de oídos y cascos.

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La obra se hace con 943 personas (20 brasileñas y el resto, nacional), dijo José Martins Brandaö, gerente de ingeniería del proyecto.

La central está ubicada en la provincia de Tungurahua, en la población de San Francisco –a 15 minutos del cantón Baños– aguas abajo del río Pastaza que mueve las turbinas de la central Hidroagoyán.

Conforme se perfora, los trabajos se aproximan a las poblaciones de Río Verde, Río Blanco, La Merced, cuyos moradores sentirán ligeros temblores cada vez que dinamiten o taladren el terreno.

Para perforar los túneles los ingenieros utilizan taladros de 4 metros de longitud, pero en noviembre de este año llegará al país un taladro del tamaño de un edificio de tres pisos, denominado topo, ese equipo perforará el túnel de conducción, desde la central Agoyán hasta la casa de máquinas.

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