Trabajé doce años en la mayor corporación de casinos cinco estrellas del país. Hago esta introducción para establecer con conocimiento, lo que debe representar un casino-bingo o sala de juegos, en nuestra cultura turística. Demás está decir que estos deben reunir todas las condiciones que aseguren al cliente una total tranquilidad de un lugar serio, y con transparencia en cada una de las actividades ahí desarrolladas.

La Ley de Turismo prohíbe lugares clandestinos que atenten contra los principios de seriedad y experiencia en casinos, so pena de sanciones desde el cierre definitivo hasta el encarcelamiento de quienes no cumplan con la ley. Sin embargo, se vienen abriendo en nuestra ciudad, incluso en zonas de tolerancia, salas de tragamonedas que no reúnen las más elementales normas de atención; ni se diga las faltas que acarrea: ingreso de menores y delincuentes que lo único que hacen es amedrentar a quienes visitan esos lugares. Hago un llamado a la máxima autoridad de nuestra ciudad, para que termine la preocupante situación que provoca la existencia de esos sitios.
Daniel Alcívar Yánez
Guayaquil