Las candidatas exhibieron llamativos trajes de baño y de noche confeccionados por diseñadores ecuatorianos. Los asistentes al evento, a pesar de la entrega de las postulantes, decidieron rendir homenaje únicamente a la representante ecuatoriana, María Susana Rivadeneira.

Un frío público guayaquileño recibió la tarde y noche de ayer a las candidatas a la corona del Miss Universo 2004. A las 17h15, quince minutos después de lo previsto, la ministra de Comercio Exterior, Ivonne Baki, dio inicio a la Gala Nacional de Moda.

Al ritmo de Guayaquil de mis amores, tocado por la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, dieciséis bailarines de la escuela de Ana Wiesner sirvieron de antesala al desfile de las postulantes. Las representantes de la belleza mundial mostraron sus esbeltos cuerpos en una primera puesta en escena en traje de baño. Las jóvenes desfilaron en nueve grupos, ubicadas en orden alfabético, no obstante, en esta primera muestra,  ni Roberto Angelelli y Rocío Cedeño, presentadores de la velada, ni el público, pudo identificar plenamente a las jóvenes, debido a que no portaban su cinta distintiva.

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Susana Rivadeneira, Miss Ecuador 2004, encabezó el cuarto grupo y se tomó todo el tiempo que quiso para lucirse ante su público.

Una nueva intervención de la Orquesta Sinfónica dio tiempo a que las candidatas se prepararan para el desfile en traje de noche. Los presentadores anunciaron además un tras cámara que los asistentes a la gala no pudieron apreciar debido a que las dos pantallas gigantes fueron colocadas detrás de las localidades.

De una forma más ágil, las postulantes lucieron llamativos vestidos de noche. Miss Noruega no tuvo problemas para, en la mitad de la pasarela, tomar  entre las  manos sus zapatos para facilitar su recorrido. A las 19h25, para cerrar la gala, Beatriz Gil, Pamela Cortez, Amado Terán, Hilda Murillo y Francisco Pinoargotti interpretaron el popurrí que identificó todos los actos realizados en Guayaquil.

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