El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, exhortó a la ciudadanía a que engalanara los  balcones que las candidatas verían en sus recorridos por la ciudad.

Pero lo que sí había en aquellos puntos era gente que lanzaba besos y alzaba las manos cada vez que un grupo de candidatas se aparecía ante sus miradas.

La fachada del Municipio también lucía sin arreglos florales. Solo las banderas de Guayaquil y el Ecuador flameaban desde sus balcones. En algunas ventanas, las personas alborotaban banderas chilenas, españolas y hasta peruanas.

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En cada uno de los pilares que soportan las luminarias del Malecón 2000 había un ramillete de flores.

Cuando terminó el desfile de carros alegóricos, algunos presentes escalaron los postes para coger los ramos. Carmen Yánez no lo hizo. Ella aseveró que llegó a Guayaquil desde Milagro para observar a las candidatas. “Era la única oportunidad de verlas. Amelia estaba hermosa”, comentó.

Lo que sí tenía era una funda en la que había botellas de agua. Ahora esperará el momento de la noche de elección que se hará el próximo 1 de junio en Quito. 

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