“¡Cacho¡” es una palabra que utilizan niños y jóvenes que gustan del juego de la cuerda, cuando no están preparados para comenzar a competir.

Antes de empezar se “comen” las uñas dejando ver sus nervios, porque desean brincar cuantas veces puedan para ganar la ronda (prueba).

Este juego popular necesita de tres personas, una soga larga y mucha energía física. Dos de ellos cogen los extremos de la cuerda para hacerla girar y el otro se queda en la mitad esperando la voz de alerta para comenzar a brincar.

Publicidad

Cuando el juego se inicia quienes giran la cuerda cantan en coro y el jugador que se encuentra en el centro de la cuerda tiene que saltar de manera que este le pase por debajo de los pies y por encima de la cabeza a la voz de: monja, viuda, soltera, casada, cuántos hijos quieres tener uno, dos, tres... Ahí es el momento cuando la velocidad de la cuerda aumenta y la agilidad del practicante se pone al descubierto, mientras más salta, aumenta la emoción y se comienza a contar, en esta oportunidad quien más número de veces salte liderará el juego.

Se pierde la ronda cuando se enredan los pies con la cuerda, porque se distraen o también porque pierden el equilibrio.

María Cecilia Saltos (12) es una de las aficionadas y mejores saltadoras de la cuerda y disfruta en compañía de sus amigos Mayté, Katty, María José, Gabriela y Jaime.

Publicidad

Al norte de Guayaquil, en Sauces 7, donde viven, ellos se reúnen todos los días, después de que terminan sus tareas y lo primero que hacen es organizarse para saltar la soga.

Con el tiempo se han convertido en expertos y saben que para tener más ventaja en el juego es indispensable tener zapatos ajustados.

Publicidad

Una de las reglas es que no se puede saltar con sandalias porque provoca incomodidad, además priva de la libertad de saltar con tranquilidad y corren el riesgo de caerse.

Pero este deporte no solo lo practican las mujeres también lo hacen los varones, aunque individualmente, con una soga no muy larga, ellos cruzan la cuerda en medio de sus piernas pero no dejan de brincar, saltan con un solo pie o los dos, así lo indicó Jaime Suárez, vecino de María Cecilia.

Este pasatiempo es también conocido en Argentina, Brasil, Cuba, Chile, Perú, Puerto Rico, Uruguay, República Dominicana y Venezuela. En esas tierras se lo conoce con otro nombre, pero la diversión siempre es la misma.

Reglas
Primera:  En caso de perder se tiene que esperar tres turnos para volver a jugar, y si vuelve a perder, tiene que cumplir la penitencia que el grupo de participantes disponga.

Publicidad

Segunda:  En el trayecto que los concursantes cuentan uno, dos, tres, ..., la velocidad del ritmo aumenta y se tiene que saltar más rápido.

Tercera: La soga debe medir seis metros para que el jugador no tenga inconvenientes al momento de brincar y las dos personas que se encuentran en el extremo tengan facilidad.

Origen: El médico griego Hipócrates, conocido también como padre de la medicina, recomendaba saltar la cuerda porque era una práctica de agilidad (460-377 AC.).