Cinco personas murieron y por lo menos tres resultaron heridas este domingo al derrumbarse, a lo largo de unos treinta metros, el techo sobre una pasarela de una nueva terminal del aeropuerto de París-Charles de Gaulle (norte de la capital francesa), inaugurada hace menos de un año.
Un balance anterior daba cuenta de al menos seis muertos y tres heridos.
"La hipótesis de una sexta víctima no es segura, pero tampoco se puede descartar", declaró a la AFP el capitán Laurent Vibert, portavoz de los bomberos de París.
Toda la inmensa estructura cilíndrica de hormigón y vidrio del techo de la terminal se derrumbó a lo largo de una superficie de aproximadamente 30 metros, haciendo caer la pasarela y aplastando un vehículo de la compañía aérea Air France que se encontraba aparcado abajo.
Unos 200 bomberos y algunos de sus camiones se encontraban alrededor del lugar, donde parecía que se había producido un seísmo.
La identidad y la nacionalidad de las víctimas se desconocían el domingo a mediodía. Una mujer de Costa de Marfil y otra de China figuran entre los heridos, informaron los bomberos.
Varios pasajeros de Air France con destino a Praga o procedentes de Newark (Estados Unidos) y Johannesburgo, se encontraban en el momento del accidente en el interior de la terminal 2E, puesta en funcionamiento en el verano (boreal) del 2003.
Unos sesenta vuelos de Air France con salida o llegada al aeropuerto de París-Charles de Gaulle tendrán retrasos durante la jornada y serán transferidos a otras terminales, indicó la compañía. Otros vuelos fueron desviados al aeropuerto de Orly, al sur de París.
Tres policías resultaron heridos, según el ministerio del Interior francés. Estos agentes habían detectado unas grietas en un muro e intentaban instalar un cinturón de seguridad cuando se produjo el derrumbe, a las 06h57 (04H57 GMT), según el prefecto Michel Sappin.
El presidente francés Jacques Chirac ordenó que "se determinen las causas de este accidente lo más rápidamente posible". El ministro de Transportes, Gilles de Robien, añadió que "nada indica que se trate de un atentado".
La terminal 2E, que costó 750 millones de euros (unos 900 millones de dólares) a Aeropuertos de París (ADP), entró en servicio el 25 de junio del 2003 con una semana de retraso debido a que la comisión de seguridad no había dado su visto bueno.
El sindicato CGT había acusado a ADP y a la compañía Air France de ejercer presiones para abrir la terminal a marchas forzadas.
Air France es la principal compañía que utiliza la terminal a través de Skyteam, la alianza comercial que agrupa a 6 empresas aéreas.