Los 250 policías asignados a los balnearios de la península de Santa Elena no son suficientes para cubrir los cuatro cantones con 251.000 habitantes.

La preocupación entre los habitantes de la Península por el alto índice delictivo se evidenció en la Fiscalía. Entre enero y lo que va de mayo se registran 695 denuncias por delitos, de ellos 517 fueron por asaltos a mano armada y robos a casas.

Entre las denuncias se registraron diez casos de violación, diez desaparecidos, cinco crímenes, 33 intentos de asesinato, 18 registros por extorsión, secuestro, rapto y plagio; y otras 25 denuncias de vehículos robados, de los cuales 18 fueron recuperados, según indicó Omar Mancheno, jefe del área peninsular de la Policía.

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“Antes no había tanta delincuencia”, dijo Martha Miranda en medio de las espaciosas y polvorientas calles de la cooperativa Cordillera del Cóndor, uno de los 20 sectores, considerados más peligrosos por la presencia de delincuentes y pandillas.

Hace quince días, Johnny León, de 15 años, hijo de Miranda, fue asaltado por dos delincuentes en el sector Anconcito, en donde vendía zapatillas. Los pillos lo golpearon en la cabeza con un revólver, se le llevaron 50 dólares en mercadería y otros 30 dólares, producto de la venta del día.

Historias similares se multiplican entre decenas de moradores. “Existen bandas de delincuentes, hay también peruanos y colombianos que se hacen pasar como vendedores de electrodomésticos o artículos para el hogar, con el objeto de meterse en las casas y luego robar”, dijo Marisela Quimí.

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“La señora Caty Guale se fue a vivir en Cuenca porque los ladrones le vaciaron la casa en diciembre pasado”, agregó.

Johnny Reyes Chelé (de 22 años) tiene una gasa colocada en el lado derecho del cuello, que cubre una herida producida por un balazo, que recibió cuando fue atacado por dos maleantes que lo despojaron de un celular y 20 dólares, el pasado fin de semana.

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El joven a más del perjuicio tuvo que pagar 80 dólares por la extracción del proyectil y otros diez en medicamentos. “Ese dinero lo tenía guardado para pagar la luz”, señaló.

Según los moradores, los delincuentes actúan en grupos de siete a ocho individuos, quienes rodean la zona antes de atacar el domicilio.

“No podemos dejar que los niños salgan a jugar, porque incluso amenazan con llevárselos si no se les da dinero, y a partir de las 19h00 el sector se vuelve peligroso por la falta de alumbrado público. Otro problema grave son los asaltos en las busetas de las líneas 1, 2 y 6”, reveló Verónica Castro.

En la cooperativa 7 de Septiembre, María Pereira fue otra de las víctimas. Su hija María Isabel, de 8 años, aún no supera el impacto psicológico que sufrió hace tres meses cuando tres delincuentes la arrojaron al piso, junto a su madre, quien estaba a quince días de dar a luz. “Se llevaron el cilindro de gas, un televisor de 21 pulgadas”, dijo la mujer.

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Según la Policía, en sectores como la ciudadela Los Caracoles y zonas aledañas a los balnearios de Salinas, se registran estruches en casas utilizadas para vacacionar. “Los propietarios se enteran del robo a los dos o tres meses, cuando llegan a la vivienda, debido a la falta de precaución en seguridades o porque no contratan un guardián”, afirmó Mancheno.

INFORME
22 MOTOCICLETAS

Omar Mancheno, jefe de la Policía, señaló que por una donación se obtuvo 22 motos, con las cuales se creará el escuadrón motorizado, para reforzar el patrullaje en el área.
POLICÍAS

250 gendarmes están asignados a La Libertad, Salinas, Santa Elena y Playas, en donde hay 251.000 habitantes.

ZONAS PELIGROSAS
Los sectores 5 de Septiembre, Cordillera del Cóndor, Virgen de
El Cisne, Los Caracoles, Pueblo Nuevo, San Lorenzo, Eugenio Espejo, 28 de Mayo, Santa Rosa, vía a Ballenita, y Punta Carnero, son parte de los 20 sectores más peligrosos.