Manmohan Singh se convirtió este sábado, en el decimotercer primer ministro de la India, tras prestar juramento ante el presidente, Abdul Kalam, en un acto en el que también juraron el cargo los ministros del nuevo Gobierno laico del país.
 
Vestido con la tradicional "kurta pijama" -traje indio de color blanco- y con su habitual turbante azul, símbolo de la religión sij, Singh, de 71 años, juro en inglés en el palacio de Rashtrapati Bhavan, sede de la Presidencia, en el centro de Nueva Delhi, precediendo al resto de los miembros de su Ejecutivo.
 
Singh, que pertenece a una minoría religiosa que supone alrededor de un 2 por ciento de la población de la India, se convierte así en el primer jefe de Gobierno del país que no es de confesión hindú en los 57 años transcurridos desde la independencia del Reino Unido.
 
Tras Singh, juraron sus cargos ante el jefe del Estado los otros veintisiete ministros del Gabinete, de los que diecisiete representan al Partido del Congreso (CP), que ganó las elecciones legislativas celebradas entre los días 20 de abril y 10 de mayo pasados.
 
Dentro del gabinete de ministros principales, hay diez responsables de otros siete partidos, que tienen una cartera cada uno, excepto un partido regional del estado sureño de Tamil Nadu, el DMK, que se queda con tres departamentos.
 
Seis más de los dieciocho grupos políticos de la Alianza de Unidad Progresista (UPA), forjada en torno al Congreso para constituir un nuevo Gobierno laico, tienen puestos entre los 39 ministros de Estado, también miembros del Gobierno pero de rango inferior, que prestaron juramento a continuación, mientras cuatro partidos apoyarán al Ejecutivo en el Parlamento pero sin carteras.
 
Las carteras que corresponderán a cada uno de los ministros que prestaron juramento hoy no se han anunciado y se espera que se conozcan en los próximos días, aunque los medios de comunicación indios han apuntado que el propio Singh podría retener las competencia de Finanzas y Defensa.
 
En el acto estaba presente la presidenta del Partido del Congreso, Sonia Gandhi, que el pasado martes conmocionó a la India al renunciar a asumir el cargo de primera ministra, después de haber sido designada para el cargo por su grupo político.
 
También se encontraban sus hijos, Priyanka y Rahul, que Sonia tuvo de su matrimonio con Rajiv Gandhi, asesinado en 1991 cuando era primer ministro de la India.
 
Seis ex primeros ministros, entre ellos el jefe del anterior Gobierno nacionalista hindú, derrotado en los últimos comicios, Atal Behari Vajpayee, acudieron a la toma de posesión.
 
Vajpeyee saludó y felicitó a Singh a su llegada a Rashtrapati Bhavan y ambos políticos posaron juntos para los fotógrafos.
 
También estuvo presente el hasta ahora viceprimer ministro en el gabinete de Vajpayee, Lal Krishna Advani, considerado uno de los radicales integristas hindúes del Partido del Pueblo del India (Bharatiya Janata Partya, BJP), el partido que encabezaba la Alianza Nacional Democrática (NDA) que ha gobernado los últimos seis años.
 
La NDA anunció sólo Vajpayee acudiría a este acto y que sus restantes dirigentes boicotearían la jura del nuevo primer ministro si era Sonia Gandhi, a la que consideran "extranjera" por su origen italiano, pero que no tendrían "inconveniente" en acudir, si el jefe de Gobierno era otro.
 
Al término del acto, Singh abandonó Rashtrapati Bhavan acompañado por Sonia Gandhi, y a la salida, el ya primer ministro reiteró a los periodistas que su Gobierno seguirá un camino hacia "el desarrollo con rostro humano".
 
Recordó, asimismo, a los campesinos, un 70 por ciento de los 1.050 millones de habitantes del país, y a los trabajadores, a los que prometió el apoyo del Gobierno, la protección de los puestos de trabajo y la mejora de las prestaciones sociales, antes de salir hacia su nueva residencia oficial, donde le esperaban cientos de seguidores para aclamarle.