Los ministros de la Organización Mundial de la Salud acordaron ayer un plan sin precedentes, para luchar contra lo que consideraron una epidemia mundial de enfermedades ocasionadas por una dieta poco nutritiva y la falta de ejercicio físico.

El plan, que deberá ser aprobado formalmente por la junta directiva de la OMS hoy, consta de una serie de recomendaciones no obligatorias para aquellos países que deseen mejorar la dieta y la salud de sus ciudadanos.

Su objetivo es reducir la obesidad y otras enfermedades como la diabetes.