La hazaña deportiva la consiguió Garnett gracias a la brillante actuación que tuvo en el séptimo partido de la eliminatoria semifinal que ganaron por 83-80 a los Kings, de Sacramento, que no solo quedaron fuera sino que también se consagraron como el equipo que no puede superar la presión del juego decisivo.

Les sucedió las dos temporadas anteriores cuando perdieron primero con Los Ángeles Lakers en el séptimo de las finales de la Conferencia Oeste del 2002 y el año pasado ante los Mavericks, de Dallas, en las semifinales.

Garnett vivió su noche más emotiva como profesional porque no solo mostró en el campo su condición de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, sino que además logró la  victoria el mismo día que celebrará el 28º cumpleaños.

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El propio regalo que Garnett se hizo a sí mismo fue de 32 puntos, incluidos 14 en el cuarto periodo, 21 rebotes, 5 tapones, uno decisivo a Brad Miller  y 2 asistencias, para ser el gran héroe que clasificó a los Timberwolves a las finales que a partir de hoy comenzarán a disputar contra Los Ángeles Lakers, que eliminaron 4-2 a los Spurs, de San Antonio.

El mismo sentimiento expresó el entrenador de los Timberwolves, Flip Saunders, quien dijo que al final el triunfo se quedó del lado del equipo que tuvo el jugador que aceptó el reto de ser el líder y hacer bien las cosas.

Los Kings, como ya es tradicional en los últimos años, volvieron a fallar en el partido decisivo por sus propios errores y que el factor suerte tampoco estuvo de su lado.

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El tiro final de Webber, un triple, el balón entró, giró varias veces y cuando se pensaba que iba a ser el empate a 83 se salió ante la desolación del jugador que se hincó de rodillas en el suelo, mientras Garnett trató de consolarle.

Antes Brad Miller acertó en la decisión de penetrar para intentar anotar con tiro sobre el tablero y Garnett le puso un tapón monumental.

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Pero el partido los Kings lo habían perdido desde la primera parte cuando se colocaron con una desventaja de 13 puntos, en parte porque ninguno de sus mejores encestadores, encabezados por Stojakovic, respondió.

Stojakovic, su máximo encestador, volvió a fallar estrepitosamente en el partido decisivo al conseguir 8 puntos con 3 canastas de 12 tiros de campo y 2 triples.
Webber no surgió como la estrella y el líder que debió guiar al equipo en los momentos difíciles y en su duelo individual con Garnett, que lo perdió de principio a fin.

Webber, quien podría haber jugado el último partido con los Kings, logró 16 puntos, pero solo 2 en el cuarto periodo, comparados con los 14 de Garnett, 8 rebotes y 4 asistencias. Tampoco Mike Bibby, considerado por muchos como el mejor de la liga cuando está inspirado, pudo salvar a su equipo ni ganar el duelo a Cassell.

La aportación de 15 puntos (4 de 13 tiros de campo), 8 rebotes y 8 asistencias no sirvieron para evitar otra eliminación frustrante de un equipo que durante la temporada regular hizo el mejor básquet como espectáculo, pero que aún no ha aprendido cómo ganar los juegos decisivos que le permitan acceder a un título de conferencia y estar en unas finales de la NBA.

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Una vez más, el jugador que respondió ante la presión fue  Doug Christie, que lideró la lista de encestadores con 21 puntos (9 de 17 tiros de campo), 4 rebotes y 3 asistencias.

“Tuvimos nuestras oportunidades para conseguir la clasificación a las finales y no supimos aprovecharlas”, declaró Rick Adelman, entrenador de los Kings, quien también podría haber dirigido el último partido con el equipo de Sacramento, y agregó: “Hay que darles crédito a los Timberwolves, Garnett estuvo extraordinario y le deseamos  suerte ante los Lakers”.

CESTOS
CELEBRACIÓN
Kevin Garnett festejó su cumpleaños número 28 anotando 32 puntos y capturando 21 rebotes para permitir que su equipo, Timberwolves, clasifique a la final de su conferencia, donde a partir de mañana enfrentará a Los Ángeles Lakers.

EL MEJOR
Kevin Garnett, quien nunca  jugó una serie de play off completa antes de  este año, se portó a la altura de su selección como Mejor Jugador de la  temporada (MVP), pese a la presión indirecta del gobernador del Estado de  Minnesota, Tim Pawlenty, quien había proclamado el miércoles como Día de  Kevin.