Con la muerte de Andrés Benítez, ocurrida anoche, suman 20 los fallecidos por sida, de los 21 pacientes que se contagiaron con esta enfermedad en la clínica del Doctor Galo Garcés Barriga, en 1995, tras reutilizar jeringas en los enfermos que se realizaban diálisis. El único sobreviviente de los infectados es Carlitos Mora, que tiene 17 años de edad.
 
La esposa de Andrés Benítez, Victoria Heleno, denunció que el hospital Teodoro Maldonado Carbo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Guayaquil, durante los nueve años que su marido estuvo contagiado de sida, nunca le dio la atención necesaria, a pesar de ser un afiliado jubilado de la institución.
 
La causa del deceso de Benítez fue un paro cardíaco que se produjo como consecuencia de su deteriorada salud al ser portador del sida.
 
Por su parte la madre de Carlitos Mora, Liduvina Peñafiel, dijo que su hijo se siente triste por la muerte de Benítez, a quien considera su compañero en la lucha que mantuvieron las 21 personas que fueron infectados con sida en el centro Nefrón, propiedad de Garcés.
 
Peñafiel lamentó que los culpables no hayan sido castigados y que gocen de libertad, a pesar de los delitos cometidos.

En 1995, 21 pacientes del IESS se contagiaron de sida en la clínica del Dr. Galo Garcés; en noviembre de ese mismo año, falleció el primero de los infectados, Francisco Villegas.
 
El 27 de febrero de 1996, la Policía concluyó que la clínica Nefrón perteneciente a Garcés en los últimos meses de 1995 y primeros de 1996 infectó con VIH a varios pacientes.
 
El 13 de agosto de 1996, el juez 10º de lo Penal, Édgar Salazar, dictó auto cabeza de proceso contra Galo Garcés Lituma, Galo Garcés Barriga; por lo que se apresó a este último.  No obstante  al cabo de un año al no tener sentencia.  En 1999 los médicos abandonaron el país.