Unos 200 negociadores de Colombia, Perú y Ecuador empezaron este miércoles a negociar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que puede reactivar sus economías pero impactar a sus débiles sectores agrícola y de pequeña y mediana empresa.
 
Tras los discursos y encuentros cordiales los 50 negociadores estadounidenses dieron el martes un primer y agresivo paso al llegar a la mesa con un texto del acuerdo, que no ha sido publicado, lo que según las autoridades colombianas causó una "confrontación metodológica" de las negociaciones.
 
Mientras tanto, los tres países andinos tenían apenas un "mapa" de puntos de interés de las negociaciones.
 
"No se cuál va a ser el resultado de este ejercicio. Por ahora, las discusiones marchan en un plano de asuntos generales en cada una de las mesas de negociación", dijo el miércoles el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Jorge Humberto Botero.
 
"Hay una revisión amplia y panorámica de los temas antes de entrar prácticamente a un acuerdo", sobre las decenas de temas que se han identificado, afirmó.
 
Los andinos reclaman, entre otras cosas, que Estados Unidos eliminen los subsidios que otorga a su industria agrícola y una desgravación arancelaria muy lenta para no afectar ese tipo de bienes, denominados "sensibles", así como el mantenimiento de la actual plataforma de producción de medicamentos genéricos.
 
Esa plataforma se basa en los laboratorios que en los países andinos producen medicinas con el mismo principio genérico de los medicamentos estadounidenses pero a precios más baratos.
 
Un tratado como el que negocian los andinos y Estados Unidos libera barreras comerciales para el intercambio de bienes y servicios mediante una eliminación progresiva de aranceles, que a veces puede llevar hasta casi dos décadas.
 
Los países centroamericanos y  Estados Unidos firmaron recientemente un acuerdo similar(Cafta por sus siglas en inglés).
 
Las próximas dos rondas de negociación se celebrarán en Atlanta, a mediados de junio y en Lima a finales de julio, dijeron representantes del gobierno peruano.
 
Solo se interrumpirán en noviembre, con ocasión de las elecciones presidenciales estadounidenses y está previsto que terminen en febrero del 2005, en Washington.

Protección a inversión y propiedad intelectual
 
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, desea reglas claras del juego para sus empresas y protección a la inversión y a la propiedad intelectual.
 
"Los intereses y objetivos de los Estados Unidos en la región andina no son sólo de comercio e inversión", afirmó el martes en la noche Regina Vargo, jefe de los negociadores estadounidenses.
 
"El gobierno de los Estados Unidos quiere ayudar a fortalecer las instituciones democráticas andinas, para promover un desarrollo social y económico y mantener una fuerte asociación en contra del terrorismo y el narcotráfico", dijo.    El viceministro de comercio de Perú, y jefe de los negociadores de ese país, Pablo de la Flor, dijo que serán necesarios "realismo y cautela" frente a los funcionarios de Estados Unidos, aunque no especificó por qué.
 
Estados Unidos está curtido en este tipo de conversaciones, pues ha negociado y firmado tratados comerciales prácticamente desde después de la Segunda Guerra Mundial.
 
"Todos los bienes están sobre la mesa de negociación y no sólo queremos preservar las condiciones de acceso actual que tenemos sino mejorarlas, de acuerdo a perspectivas y ganancias potenciales que están identificadas", dijo el viceministro de Comercio Exterior de Ecuador, Cristian Espinoza.
 
Pero amplios sectores políticos y sindicales, que el martes encabezaron violentas protestas en ciudades de Colombia, temen que el TLC pueda arrasar a los sectores agrícolas y con pequeñas y medianas empresas, por el ingreso de productos más baratos y de mejor calidad desde Estados Unidos.
 
Para los tres países andinos el acuerdo significará asegurar las preferencias arancelarias para la exportación de productos como petróleo, bananos, flores y café, que consiguieron hace más de una década cuando gobernaba George Bush, padre del actual mandatario estadounidense, como ayuda en la lucha contra el tráfico de drogas.
 
Colombia y Perú son considerados los principales productores mundiales de hoja de coca, la materia prima de la cocaína.
 
Con los incentivos comerciales, Colombia, Perú y Ecuador duplicaron con creces sus exportaciones a Estados Unidos desde que entraron en vigor los incentivos comerciales.