El presidente civil de Nigeria declaró un estado de emergencia este martes en la violenta provincia central de Plateau, reemplazando al gobernador electo con un ex general y disolviendo a la legislatura estatal. 
 
La declaración le dio al gobierno del presidente Olusegun Obasanjo poderes amplios para controlar por decreto el estado, donde miles de personas han muerto en recientes incidentes de violencia entre musulmanes y cristianos. 
 
En un discurso ante la radio del estado, Obasanjo dijo que suspendía al gobernador Joshua Dariye y a otros funcionarios estatales, quienes dijo que habían   animado intencional y no intencionalmente actos subversivos contra la paz y la tranquilidad.