El mercado del petróleo de Nueva York se tomaba este lunes un pequeño respiro tras una semana de subidas, pero las presiones alcistas persisten por el temor a un insuficiente abastecimiento de la gasolina, que hoy volvía a marcar un récord.
 
El ataque suicida que costó la vida al presidente de turno del Consejo de Gobierno Iraquí (CGI), Ezedín Salim, generó este lunes nuevas dudas sobre el suministro de petróleo de Oriente Medio y acrecentó el temor a ataques a instalaciones petroleras de la región.
 
El asesinato de Salim y otras ocho personas en el mismo ataque hizo que volvieran a dispararse los precios del crudo en Londres y amenazaban con una nueva subida del llamado petróleo intermedio de Texas, que la semana pasada cerró a un precio de 41,38 dólares el barril en el New York Mercantile Exchange (NYMEX).
 
Sin embargo, el impacto en el NYMEX era menor de lo que se temía en un principio y a media sesión el precio del contrato de referencia, el de vencimiento en junio, bajaba 28 centavos y se colocaba a 41,10 dólares, después de haber marcado un máximo de 41,35 dólares y un mínimo de 40,80.
 
El precio del galón de gasolina (3,7 litros) para entrega en junio volvía a subir y se colocaba en 1,418 dólares, frente a los 1,4101 al cierre del viernes, con lo que marcaba un nuevo récord en los 20 años de existencia de este contrato.
 
Los analistas explican que las subidas del petróleo en sesiones anteriores ya estaban influidas por el deterioro de la violencia en Irak y que la extracción de crudo iraquí parece continuar con normalidad.
 
No obstante, advierten de que hay pocos motivos de satisfacción por persistir la preocupación sobre un escaso suministro de gasolina cuando está a punto de comenzar un período de fuerte demanda en Estados Unidos y que no hay que descartar nuevos ataques a instalaciones petroleras en Oriente Medio.
 
Desde principios de año, el barril ha subido aproximadamente un 28 por ciento, lo que hace temer a algunos expertos que conlleve un incremento de la inflación y afecte negativamente el crecimiento económico mundial.
 
EE.UU. ha apelado a un incremento de la producción de los países miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), que celebrará una reunión informal a finales de semana en Amsterdam con ocasión del Foro Internacional de la Energía.
 
A esta reunión asistirán productores y consumidores, y será antes de la ministerial del cártel, que tendrá lugar el próximo 3 de junio en Beirut.
 
Los ministros debatirán una propuesta saudí de incrementar la producción en al menos 1,5 millones de barriles para enfriar los precios, pero los inversores dudan de su impacto sobre los mismos.
 
La OPEP, cuyos miembros tienen actualmente un límite de 23,5 millones de barriles diarios, aducen que una de las razones de la subida de los precios es la inadecuada capacidad de las refinerías estadounidenses.
 
El gobierno de EE.UU. ha incrementado el nivel de sus reservas estratégicas de petróleo en los últimos años, y algunos expertos apuntan que se podrían utilizar para hacer bajar los precios del crudo.
 
El diario "The Wall Street Journal" recordaba hoy que no sería la primera vez que se recurre a las reservas. En 2000 el entonces presidente Bill Clinton lo hizo cuando los precios superaron los 35 dólares el barril.
 
El matutino señala que las reservas de petróleo de EE.UU. para situaciones de emergencia se encuentran actualmente en 659 millones de barriles, muy cerca de su capacidad máxima, que es de 700 millones de barriles.
 
Las estadísticas oficiales indican que las reservas de petróleo comercial (que excluye la reserva estratégica) estaban en la última semana de la que hay datos 16,5 millones de barriles por debajo del nivel promedio registrado en los últimos cinco años en esta época del año.
 
Las últimas cifras oficiales indicaban un incremento de la demanda de gasolina hasta alcanzar en mayo los 9,37 millones de barriles diarios.