En otro tramo de ese estero que bordea pequeñas casitas de cemento y caña del suburbio oeste guayaquileño, a la altura del puente de la A, se observan desechos y se perciben olores fétidos.

“Aquí vienen a dejar basura y hasta perros muertos”, señala Félix Pozo, quien vive hace 34 años en el sector de las calles 11ª y Francisco Segura.

Félix y sus vecinos se quejan de que a esta zona no llega la limpieza que personal de Visolit realiza en otros sectores del norte de Guayaquil y piden que la empresa Vachagnon ubique en el área un contenedor para depositar la basura.

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“El estero se limpia un poco cuando sube la marea y se lleva la basura”, señaló Jorge Loor.

Entre el jueves y viernes último este Diario buscó la versión del director de Medio Ambiente de la Municipalidad de Guayaquil, Luis Arreaga, pero en su oficina nadie dio razón de su paradero y, además, extraoficialmente conocimos que había presentado su renuncia, la que sería analizada el próximo jueves en la sesión de Concejo Cantonal.