El presidente cubano, Fidel Castro, marchó ayer en La Habana al frente de aproximadamente un millón de cubanos en protesta por las medidas de Washington contra la isla.

Antes de la marcha, Castro leyó su “proclama de un adversario al gobierno de Estados Unidos”, dirigida al presidente estadounidense, George W. Bush, al que acusó de tratar de imponer una “tiranía mundial”.

La marcha tardó seis horas en pasar por delante de la Sección de Intereses de Estados Unidos en el Malecón habanero, con los participantes portando camisetas rojas y ondeando banderas cubanas, mientras niños coreaban consignas políticas.

Publicidad

Durante la marcha se cantaba la frase “Bush fascista, no hay agresión que Cuba no resista” y algunos llevaban pancartas con fotos de Bush con bigote hitleriano o de los abusos a presos iraquíes en las cárceles de Iraq.

La marcha paralizó completamente la ciudad de La Habana, donde el gobierno dio un día de receso laboral para que esta se realizara.