Los vendedores ambulantes se enfrentaron con los metropolitanos y denunciaron que les piden coimas.

Aproximadamente 150 comerciantes informales protestaron ayer al mediodía y en horas de la tarde por el maltrato que sufrió el vendedor de colas Carlos Torres Giler, de 12 años, la noche del miércoles anterior por parte de policías metropolitanos en la avenida Nueve de Octubre.

La protesta se inició cerca de las 12h00. Algunos de los manifestantes caminaron desde las calles Pedro Moncayo y Diez de Agosto, con dirección a la Municipalidad (Diez de Agosto y Malecón).

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La acción de protesta se formó ante la versión de que el niño Torres había muerto.

Esto enardeció a los comerciantes informales. Un grupo, en medio de la manifestación, volcó una camioneta de la Policía Metropolitana, en la calle Sucre, y arrojó piedras.

El grito “¡Queremos justicia, queremos justicia!” se escuchaba entre la multitud. Algunos manifestantes se quedaron en medio camino y otros se enfrentaron con piedras a los guardias municipales.

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Los policías avanzaron varias cuadras con sus escudos sin responder a las agresiones. Pero en las calles Pedro Carbo y Diez de Agosto cercaron a la multitud, impidiéndoles el paso hacia el Municipio.

Gritos, insultos, piedras y empujones de los vendedores se confundieron con los disparos de las escopetas de los policías metropolitanos, quienes dispersaron a la multitud golpeándolos con toletes y rociándoles spray lacrimógeno.

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Los gendarmes detuvieron a algunos manifestantes.

Estos explicaron que la agresión a Torres es una de las que a diario viven los informales.

“Da lo mismo robar que trabajar, porque igual vas a parar preso. Si vendes algo en la calle te lo quitan y se te lo llevan, y a veces te llevan detenido”, exclamó José Guacho.

Sobre las 13h00 y con la intervención de miembros de la Policía Nacional, que fueron enviados para controlar la situación, cuatro representantes de los vendedores se reunieron con el director de Aseo Urbano y Mercados Municipales, Gustavo Zúñiga. Varios de los manifestantes siguieron protestando durante la tarde.

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Eduardo Díaz Galarza, jefe de la Policía Metropolitana, dijo que los manifestantes eran unos “instigadores”, y negó que el miércoles se hubiese dado algún abuso de la autoridad por parte de los municipales. Mientras tanto, las voces de protesta continuaban en el sector de Pedro Moncayo y Aguirre.

Una segunda camioneta fue volcada cerca de las 14h30 y más manifestantes siguieron con la protesta. Voceros de la Municipalidad reconocieron luego ante la prensa que la agresión sí había ocurrido.

Al referirse al menor Torres Giler, el vendedor de colas William Guamán, de 10 años, comentó ayer que “le pegaron un palazo en la cabeza. Él es mi amigo, pero no me sé su nombre. Le dieron durísimo por estar vendiendo colas”.

William estaba ayer en la protesta en la que participaron cerca de 150 comerciantes informales para reclamar por el maltrato que sufrió su amigo.

Guamán describió la agresión que dijo haber presenciado. “(Los policías metropolitanos) le dieron un palazo en la espalda, la barriga y en los huevitos (testículos) también. Él no dejó que le quitaran las colas, lo acostaron al suelo y le pegaron”, afirmó.

Desde su vivienda, ubicada en la cuarta etapa de la ciudadela El Recreo, de Durán, Torres declaró ayer a ‘El Noticiero’, de TC Televisión,  que “me pegaron un toletazo aquí (señaló la parte inferior de la pelvis), de ahí me soltaron y después él (un policía metropolitano) me alcanzó a pegar en la nuca con la mano”.

Agregó que en la radiografía que le tomaron los médicos del Hospital del Niño, adonde fue trasladado el miércoles en una ambulancia, no se le encontró ninguna fractura y que solo fue un golpe.

‘El Noticiero’ señaló que los galenos le recetaron a Torres nueve pastillas antiinflamatorias y que debe guardar reposo por cuatro días.