Pese a que a sus 67 años sobrevive tras cinco cirugías, Rosendo Tufiño es quien más mingas realizó (130) hasta ahora, para el canal que llevará el agua de riego a la parroquia Once de Noviembre. Se hizo cargo de la presidencia de la Junta de aguas durante seis meses y afirma que en ese periodo la obra avanzó 12 kilómetros. Dice estar orgulloso, pero no conforme. Relata:

“Nos hemos visto obligados a unirnos para conseguir el agua para regadío. Con eso pensamos sobrevivir nosotros y nuestros animales. Nos hemos fijado como meta, estamos dispuestos a conseguirla como sea.
“El presidente a quien reemplacé sufrió un golpe en el hombro en una minga. Dejó de trabajar y cada día empeora, ahora apenas digiere un vaso de leche en dos horas. Yo también enfermé y entregué la presidencia; el médico me dijo que por el esfuerzo me afectaron los pulmones. Pero ya vuelvo a las mingas.

“Los políticos siempre ofrecían agua, nos engañaban. Hoy, al ver que la obra avanza, a lo mejor quieran adueñarse, pero no podrán, esta es el fruto de nuestro sacrificio”.