La muerte de otros cinco soldados israelíes en un ataque de milicianos palestinos en el sur de Gaza supone un nuevo revés para el Ejército israelí, que anoche devolvía cientos de tropas a la franja tras haberlas retirado tan solo unas horas antes.

Decenas de tanques, vehículos blindados para el transporte de personal, helicópteros Apache y aviones F-16 participaban en la operación y han tomado posiciones en los alrededores de Rafah (fronteriza con Egipto) con la intención de ingresar a la ciudad.

Testigos palestinos dijeron que decenas de familias de los campos alrededor de Rafah han abandonado la zona por temor a la ofensiva militar que ayer dejó siete palestinos muertos. En los últimos dos días, 11 soldados israelíes y 16 palestinos han muerto.

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Los cinco militares israelíes que murieron ayer cayeron en una emboscada tendida por la Jihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que hicieron estallar una bomba contra los ocupantes de un vehículo de transporte de las tropas de ocupación. La acción dejó también varios niños palestinos heridos.

El ataque fue perpetrado en el llamado “corredor Filadelfia”, paralelo a la frontera entre Gaza y Egipto y que está bajo total control israelí.

La emboscada fue similar a otra perpetrada ayer, en la que murieron seis soldados israelíes en la ciudad de Gaza.

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Tras el ataque de ayer el Ejército de Israel lanzó una dura operación de represalia contra el campamento de refugiados palestinos de Rafah, en la franja de Gaza y en el barrio Zeitún, donde se produjo el ataque del martes.

En la operación de ayer al igual que la del martes, la Jihad Islámica aseguró haberse quedado con partes de los cuerpos de los soldados.

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La Jihad y Hamas dijeron que devolverían a Israel los restos en su poder de los soldados israelíes muertos si se retiraba del barrio Zeitún, en un acuerdo gestionado con la mediación del gobierno egipcio y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El presidente de la ANP, Yasser Arafat, ordenó a sus Fuerzas Armadas que confiscaran los restos por un principio humanitario de respeto a los muertos, “de acuerdo con la Ley islámica y para no causar daño a ese valor islámico”.

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, reiteró que no negociaría con los palestinos para recuperar los restos de los cadáveres y que las Fuerzas Armadas seguirían en Zeitún hasta concluir su trabajo.

Anoche, dos responsables palestinos y un diplomático egipcio entregaron a israelíes en el paso fronterizo de Erez (entre Israel y la franja de Gaza) los restos mortales de los seis soldados muertos el martes, dijo una fuente de seguridad  palestina.

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“Los israelíes recibieron la caja que contiene los restos de los soldados”, indicó un responsable palestino que pidió el anonimato.