El Gobierno de Argentina se comprometió este jueves a "identificar" y "sancionar" a los autores de un ataque con artefactos incendiarios contra un edificio de la petrolera Repsol YPF durante una protesta de desempleados.
 
Por esos hechos, ocurridos ayer, miércoles, en la sede central de la compañía hispano argentina, fueron detenidas dos personas que este jueves recuperaron la libertad porque carecen de antecedentes penales, informaron a EFE fuentes judiciales.
 
Un grupo de manifestantes arrojó bombas incendiarias y provocó daños en las puertas del edificio que la empresa posee en pleno centro de Buenos Aires, lo que originó la evacuación de unos 800 empleados que se encontraban allí en ese momento.
 
Los activistas también incendiaron neumáticos y personal de bomberos debió acudir al lugar para apagar el fuego.
 
Los desmanes se produjeron en el marco de una jornada de protesta de agrupaciones de "piqueteros", como se conoce en Argentina a los desocupados que bloquean calles y carreteras para dar a conocer sus demandas.
 
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, advirtió que el Ejecutivo está "trabajando" para "identificar a los responsables (del ataque) y sancionarlos, porque estas conductas están tipificadas en el Código Penal".
 
Sobre la inacción de la policía ante la agresión, sostuvo que "el Gobierno no va a reprimir para provocar una gresca cien veces mayor que la que se puede producir en ese caso, lo que no significa que esté pasivo ante esa acción".
 
En declaraciones a distintas emisoras de radio locales, el ministro criticó a las agrupaciones "que conducen mal a la gente y la convocan a expresarse del peor modo", y consideró que hechos como los ocurridos el miércoles generan un "profundo rechazo social".
 
"La sociedad se siente atacada, agraviada. Por justo que pueda ser cualquier reclamo, las formas se vuelven insoportables", agregó.
 
Por estos hechos ayer la policía detuvo a un hombre y una mujer que fueron acusados de "resistencia a la autoridad y daños", delitos que la legislación argentina castiga con hasta tres años de prisión, pero hoy quedaron libres por disposición de la justicia.
 
"La libertad se dictó por falta de antecedentes, pero si las pericias determinan que se trató de un incendio intencional, que es un delito más grave, la causa cambiará de carátula", explicó uno de los investigadores judiciales del caso.
 
El ataque contra el edificio de Repsol YPF se produjo en medio de una manifestación del Movimiento Teresa Rodríguez, que el miércoles reunió a cerca de un millar de desocupados frente a la sede de la compañía.
 
Roberto Martino, dirigente de esa agrupación, justificó hoy la protesta contra el aumento de los combustibles y, en cuanto a los desmanes, señaló que "el águila acusa al canario de violento".
 
"Los violentos no somos nosotros, sino aquellos que no trabajan para mejorar nuestra situación", remarcó en declaraciones radiales.
 
Anoche, cuando ya habían concluido los 200 bloqueos de carreteras y calles de todo el país que efectuaron los "piqueteros", la policía halló una bomba de fabricación casera frente a una usina eléctrica situada a las afueras de Buenos Aires.
 
Las instalaciones pertenecen a Edesur, filial argentina de la empresa española de electricidad Endesa, y el artefacto fue desactivado por expertos en explosivos que además hallaron una gran cantidad de panfletos en el lugar.
 
Los carteles llevaban inscrita la leyenda "No al aumento de luz. No a los apagones. Fuera las privatizadas ya. Reestatización", pero "no tenían ninguna firma del o los responsables", señalaron hoy fuentes policiales.