Árabes condenan la muerte de estadounidense pero lo relacionan con los abusos contra iraquíes

Los estadounidenses, aún bajo el efecto devastador del escándalo de las torturas infligidas por soldados norteamericanos a prisioneros iraquíes, quedaron consternados tras la decapitación de un compatriota civil que trabajaba en Iraq, difundido por un video en internet.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, rechazó cualquier relación entre ambos hechos, mientras el presidente de EE.UU., George W. Bush, aseguró que “no hay justificación” para el asesinato de Berg y que los responsables de la decapitación del joven quieren “debilitar” la determinación de EE.UU. en llevar la democracia a Iraq.

Publicidad

La noticia sobre la ejecución de Nick Berg  la difundieron el martes los medios de  prensa estadounidenses, mientras el Senado continuaba el debate sobre las circunstancias y responsabilidades de las torturas de soldados estadounidenses a iraquíes en la prisión Abu Ghraib.

Las cadenas de televisión de EE.UU. difundieron parcialmente las imágenes macabras de la ejecución de Berg, por considerar que  serían insoportables para los televidentes. Esas mismas cadenas, sobre todo CBS, divulgaron ampliamente las imágenes  de las torturas en Abu Ghraib.

La prensa de EE.UU. mostró fotos del asesinato de Berg y del desconsuelo de su padre, pero la mayoría ignoró el hecho en sus editoriales en los que optó por renovar las críticas a la administración Bush por los  escándalos de las torturas a prisioneros iraquíes.

Publicidad

Entre las excepciones, The Washington Post comentó:  “La muerte de Berg es aparentemente el primer acto de venganza por las fotos ampliamente difundidas de detenidos iraquíes maltratados y sexualmente humillados”.

Por el contrario, la mayoría de  periódicos y cadenas de televisión árabes enfatizó que el asesinato de Berg es consecuencia del maltrato que sufrieron  prisioneros iraquíes en las cárceles administradas por EE.UU.

Publicidad

El abuso de presos iraquíes por parte de soldados estadounidenses representa un golpe mayor para Estados UNidos que los ataques del 11 de septiembre del 2001, dijo el ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, arzobispo Giovanni Lajolo, al periódico La República.

Agregó que existe el riesgo de que el escándalo encienda el odio árabe contra Occidente y, por extensión, al cristianismo.

En Bagdad, muchos residentes condenaron la decapitación de Berg, pero dijeron que su muerte solo constituye la última atrocidad en un ciclo de violencia que los está llevando a la desesperación.

“Los norteamericanos mataron a cientos (de personas) en Faluja como represalia por la mutilación de cuatro estadounidenses y ahora esa gente ha matado a un norteamericano como venganza por las torturas contra prisioneros”, expresó Arkan Mohammad, clérigo de la Universidad de Bagdad, quien pidió que “alguien tiene que hacer algo para detener la  violencia”.

“Para mí y para mucha gente en el mundo es un acto bárbaro e inaceptable. Pero al otro lado, está la muerte de millones de iraquíes y de un millón y medio de niños en manos de EE.UU. en los últimos diez años. Este es un solo ciudadano”, opinó a la BBC el profesor Farez Al Fayez, de la Universidad de Jordania.

Publicidad

En Washington senadores de EE.UU. vieron fotos inéditas que guarda el Pentágono sobre los abusos a presos iraquíes, y afirmaron que tienen un contenido más fuerte que las publicadas, con actos sexuales en los que participan soldados estadounidenses y mujeres iraquíes a las que obliga a descubrir sus senos.

“Esperaba que estas fotos pudieran causar un nudo en el estómago, pero son bastante peores que lo que nunca hubiera imaginado... imagínense el peor caso y multiplíquenlo varias veces”, declaró el senador demócrata Ron Wyden.

El Ejército estadounidense anunció ayer dos nuevas cortes marciales por el abuso a detenidos iraquíes.