Un grupo de 91 hombres, 35 mujeres y dos menores de 10 y 11 años, arribó ayer a Manta, después de que el lunes pasado fuera detenido por la lancha guardacostas 27 de Febrero de la Armada ecuatoriana, a 64 millas de este puerto.

Hace 23 días, otro de los guardacostas, el 27 de Octubre, impidió el viaje de otros 120 ecuatorianos que intentaron ir sin documentos a Estados Unidos, siguiendo la ruta marítima por Centroamérica.

Según el capitán de navío, Jorge Vega Romero, la operación se inició el sábado pasado (8 de mayo), cuando se conoció la salida de una embarcación pesquera desde alguna playa del cantón Pedernales, al norte de Manabí.

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Vega informó que la nave pesquera fue identificada como Doffy (capacidad para 40 toneladas), pero que se desconoce el nombre del armador (dueño) y la capitanía donde se encuentra registrada.

Según indicó, los pasajeros del Doffy presentaban síntomas de deshidratación. “Sus vidas corrieron un serio peligro por el estado vetusto de la nave”, acotó.

Testimonio
“Este viaje no fue para nada bueno, pero no he tenido miedo”, dijo sonriendo el pequeño Édison Stalin Carchi Cantos, de 11 años.

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Édison, oriundo de Quito, y la cuencana Ruth Celia Calle Bermeo, de 10 años, eran los únicos menores a bordo de la embarcación Doffy. Ambos deseaban llegar a los Estados Unidos para reencontrarse con sus padres.

“Mi papá, mi mamá y mi hermana de 4 años viajaron de la misma forma a Estados Unidos hace siete años y me estaban esperando”, sostuvo Édison mientras ayudaba a una tía, quien lo acompañaba en el viaje, a cubrirse el rostro.

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El menor reveló que estudiaba en el quinto grado de la escuela Abdón Michelena y que pese a los peligros que debió atravesar quería volver a intentar la travesía para reencontrarse con sus padres y hermana.