El cantante español Raphael confesó el domingo pasado en Caracas que el secreto de su “vigencia” tras 41 años en los escenarios mundiales está en que es “un eterno debutante” y un artista “incapaz de imitar a nadie”.

“No sé imitar a nadie, no me sale, soy demasiado rotundo en mis cosas, para bien o para mal”, manifestó Raphael, quien tampoco cree que alguien pueda imitarlo a él o a otros personajes de la música.
 
“Soy un eterno debutante”, agregó el vocalista andaluz, de 61 años, quien opinó que esa actitud le ha permitido mantenerse vigente en el mundo de la música, donde ha cosechado 326 discos de oro, 49 de platino y uno de uranio por 50 millones de copias vendidas.