Rusia aceleró este miércoles sus esfuerzos para lograr la liberación de dos trabajadores rusos secuestrados al sur de Bagdad y exigió a las naciones ocupantes de Iraq que aclaren el ataque en el que se vieron envueltos y en el que resultó muerto otro de sus ciudadanos.
 
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo a la prensa que Moscú ha lanzado una ofensiva de contactos con las autoridades de la coalición ocupante de Irak y con representantes de los grupos suníes, chiítas y kurdos de la zona en la que fueron atacados los tres técnicos rusos el pasado lunes.
 
Según Lavrov, "se están utilizando todos los canales" para lograr la liberación de los dos ciudadanos rusos, cuyo secuestro motivó este miércoles duras críticas de la Duma o cámara de diputados de Rusia a Estados Unidos y el resto de países ocupantes por el caos reinante en Iraq.
 
Con 306 votos a favor y uno en contra, la Duma aprobó una declaración que demanda a las naciones ocupantes una investigación del ataque sufrido por los trabajadores rusos, pide que los culpables sean castigados y exige que se tomen medidas para evitar casos así en el futuro.
 
"Este nuevo acto vil evidentemente ha sido posible debido a que las entidades encargadas de mantener el orden, y sobre todo los países que ocupan Iraq, han sido incapaces de impedir la escalada de hostilidades y establecer un diálogo con las facciones implicadas", indicó la declaración.
 
Según la Duma, la situación en Iraq "se está desarrollando según el peor de los guiones", tal y como ya denunció esa cámara y el Consejo de la Federación o Senado ruso en otra declaración aprobada en abril pasado.
 
"El empleo de medios militares para reprimir disturbios públicos no puede ser considerado como una manera efectiva para solucionar el conflicto iraquí. Al contrario, incita al asesinato, el secuestro y otros males, cuyas víctimas son los civiles, extranjeros incluidos", señaló la Duma.
 
La cámara de diputados añadió que, bajo la ley internacional, "los países ocupantes de Irak son responsables de la seguridad de la población civil y también de los extranjeros" que se encuentran allí.
 
El último incidente ocurrió a 60 kilómetros al sur de Bagdad, cerca de la localidad de Musayyib, donde los tres técnicos rusos atacados trabajaban para la empresa rusa Interenergoservis, encargada de la reparación de tres plantas eléctricas en Iraq.
 
Según informó el portavoz ruso de Exteriores, Alexandr Yakovenko, los técnicos regresaban del trabajo en automóvil cuando fueron asaltados por un grupo de hombres armados que los tirotearon.
 
Alexéi Konorev, de 44 años, murió alcanzado por los disparos y sus dos compañeros, Alexandr Gordiyenko, de 28, y Andréi Mescheriakov, de 34, fueron capturados.
 
Según algunas informaciones, un traductor local que al parecer viajaba con los trabajadores rusos resultó herido también, pero no se sabe si fue secuestrado.
 
Alexandr Abrámov, director general de Interenergoservis, rompió hoy la incertidumbre generada por el secuestro y afirmó que los dos rehenes rusos se encontraban bien.
 
"Tenemos informaciones esperanzadoras de que nuestros hombres secuestrados en Iraq están vivos y sanos, aunque por ahora no sabemos dónde se encuentran", declaró.
 
Tras conocerse ayer el secuestro, el Kremlin hizo un nuevo llamamiento para que los ciudadanos rusos abandonen Iraq, donde el pasado 12 de abril fueron tomados como rehenes otros ocho empleados de Interenergoservis, que fueron liberados al cabo de pocas horas.
 
Entonces fueron evacuados 500 técnicos rusos y de otros países ex soviéticos que trabajaban en la reconstrucción del sector energético de Iraq, pero cerca de 300 decidieron quedarse.
 
Abrámov explicó este miércoles que su empresa está pensando la evacuación de otros cien trabajadores, aunque no antes del próximo 17 de mayo, cuando se enviará a Bagdad con ese motivo un avión del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.
 
Los tres técnicos rusos envueltos en el ataque del lunes habían llegado el 2 de mayo para reemplazar a algunos de los especialistas que abandonaron Iraq en abril.
 
Según reconoció Yevgueni Loginov, portavoz de Interenergoservis, tras la evacuación de abril, numerosos técnicos atraídos por las jugosas pagas se han ofrecido voluntarios para trabajar en Iraq, donde esa firma desarrolla proyectos por 30 millones de dólares.